Con unas cuantas semanas de retraso por diversos problemas, sobre todo de exámenes, me dispongo a escribir la crónica de una de las mejores noches de mis cuatro meses en Chicago. Noche con Joris Voorn.
Día de Acción de Gracias con el típico turkey para comer y mucha jarana en una casa con más de veinte españoles. Son las 4 de la tarde y los de Resident Advisor todavía no han publicado la localización donde iba a pinchar el holandés. Que no cunda el pánico. A las 6, y con una dosis de alcohol en sangre respetable, vemos una actualización en el evento con sitio confirmado. No parece que sea uno de las discotecas de música electrónica conocidas por aquí (Soundbar, SpyBar, Primary…) pero en ese momento poco nos importa. Ya no hay incertidumbre y sabemos que esta noche va a ser épica.
A las 12 de la noche cogemos un taxi y partimos para la dirección indicada en RA. Nos empezamos a alejar bastante del centro, preguntándonos cómo cojones pueden colocar una discoteca en el culo del mundo y que además nosotros no la conozcamos. El taxi gira una calle, y nos deja en frente de un edificio abandonado con una puerta pequeña. Joris Voorn pichando en un almacén abandonado al más puro estilo Berlín. Con este escenario la noche prometía diversión.
Llegamos en el warm up, bastante flojillo para mi gusto, pero soportable con una copa en mano. El montaje del set al estilo Boiler Room prometía que íbamos a estar cerquita cerquita de uno de los mejores Djs del momento. Son las 3 y sale Joris a escena. Un set perfectamente ejecutado, de menos a más, y con un sonido impecable. Pasamos la noche entera pegados a la cabina y sin parar de bailar. A tan pocos centímetros de tu público es fácil medir las sensaciones y Joris supo entregar lo que cada momento pedía. Desfilaron temas de su último y genial álbum ‘Nobody Knows’ e himnos como “Ringo” que siempre ponen la piel de gallina.
A las 7 de la mañana termina el holandés después de 4 horas muy intensas. Nos acercamos a hablar con él. Muy caluroso y cercano, de hecho nos confirma lo que muchos pensábamos, le vamos a tener en la capital el día 2 de enero en el muy esperado MWF. Fotito de rigor con el ídolo y para casa con un recuerdo perfecto de la noche. (Que conste que grabó un saludo para la #BeatsoupFamily pero no se oye nada, lo intentaremos en el futuro).
Nos volvemos a ver en Madrid, crack.
