Clubbing o Cocktail: el resurgir de la escena
La escena electrónica se resiste a quedar relegada al olvido. A pesar de que el Covid sigue estando presente, son ya muchos promotores los que han decidido adaptar sus sesiones a las restricciones actuales para, cuando la oportunidad se presente, ir abriendo paso a la vuelta a las salas.
Lo que está claro es que el clubbing, hoy por hoy, no es lo que era. Sin embargo, mientras esperamos su vuelta al ruedo habitual – pista, zapatilla, sudor incandescente y mucho humo – , podemos ir disfrutando de buenos artistas nacionales de la mano de un cóctel vespertino. Muchos de los club que solíamos frecuentar de noche, han pasado a ser pequeñas coctelerias diurnas donde se puede disfrutar de una velada musical de la mano de un happy hour al más puro estilo británico. Por supuesto, siempre respetando las normativa sanitaria para evitar contagios.
Nuevas sesiones como Onyro (Sala Specka) o UNDERMÜNCH (Une Club) y otras no tan nuevas: Serendipia (Hangar 48) o la ya popular sesión Halley (Sala Specka) – ahora conocida por Halley Cocktail Bar –, del promotor y dj David Ponziano, se han lanzado a reinventar el clubbing hacia proyectos que buscan la misma esencia pero adaptados a la situación actual. Incluso el artista italo-madrileño Mvssen, anunciaba en las redes una hipotética fecha para su nueva propuesta de club en la capital. Sin duda, no faltan ganas de volver a lo que teníamos.
Mientras aguantamos el tirón de esta dura pandemia, no hace falta decir que debemos apoyar este tipo de proyectos que luchan día a día por seguir ofreciendo – a su manera – la cultura electrónica que tanto nos caracteriza. Así, con suerte, pronto podremos estar juntos en la pista.
España es uno de los paises con más recorrido dentro de la escena electrónica, un legado que debe perdurar en el tiempo y que no podemos dejar en el olvido. La escena de nuestro país ha sido y es un enclave turístico y cultural que ha marcado un antes y un después en la historia de la cultura electrónica de Europa.
Si la cultura muere, ¿qué nos quedará? Por eso es tan importante la labor de aquellos que siguen esforzándose por preservar esta subcultura, por seguir difundiéndola y hacer ver que es posible mantenerla en pie sin perpetrar la normativa sanitaria.
Podrán quitarnos lo bailao', pero no dejarnos sin música.