Johannes Auvisen, más conocido como Tin Man, se caracteriza por aplicar los sonidos acid más underground a todos sus proyectos. El estadounidense, nacido en California, lleva produciendo más de una década y ya es uno de los grandes reconocidos dentro de la escena acid. El productor hace realmente magia con las Roland, a través de la aplicación de los sonidos más chirriantes característicos del acid más puro.
Este artista, porque no tiene otro nombre, ha pasado por diferentes etapas que le han llevado a tocar estilos como el house, el techno o el ambient. Sin embargo, con su manipulación única de la Roland 303, ha demostrado ser el responsable de revivir la escena del acid. LPs como Neo Neo Acid, han confirmado ser portadores de alma propia, gracias a los sonidos cautivadores que la forman.
En 2014, este maestro debutó en directo con una Roland 303, una Roland 707 y otra gran variedad de instrumentos, creando sonidos palpables para todos los sentidos, en un evento donde supo expresar la magia que evocan sus dedos con estas clásicas máquinas. Pasando por clubs como Tresor, Panorama Bar o Ministry of Sound nunca dejó al público insatisfecho, por lo que esperamos con ansia poder escucharle – en un futuro no muy lejano – en alguno de nuestros clubs de España.
Su último album Dripping Acid, publicado en 2017, representa quizás el lado más oscuro de Tin Man, un LP cargado de ese toque profundo que le caracteriza y que sabe mezclar tan bien con sonidos de corte acid.
Tin Man también forma parte de The Acid Symphony Orchestra, un grupo de artistas que realiza actuaciones en directo con diez sintetizadores Roland TB-303 y una caja de ritmos TR-707. Una obra de arte sonora que fluye progresivamente desde los tonos sinfónicos más profundos hasta la locura sensorial del techno más underground. Desde luego que, la combinación de diez 303 y once hombres vestidos con trajes negros y una misma pasión – el acid –, recrea un espectáculo digno de ver.
Por último, os dejamos una pequeña sesión que realizó el año pasado para RA Sessions. Se trata de un remix del track Nonneo – caracterizado por el uso de sintetizadores y la percusión – en el que, en este caso, el productor se adentra en el lado emocional más profundo, tocando una Roland 101 y utilizando baterias más rápidas. Una pieza de acid cargada de sonidos emocionales, que os harán abrir los oidos y ensanchar el alma.
