A principios de este año FJAAK nos sorprendía a todos con la noticia de su separación. Los integrantes del grupo actual, Felix Wagner y Aaron Röbig, anunciaban que su tercer miembro, Kevin Kozick, dejaba el grupo para emprender una carrera en solitario. No dieron muchos detalles del porqué, pero tampoco importaba, pues la sólida carrera que estaban emprendiendo, con o sin Kozick, tenía mucho futuro que ofrecer.
Actualmente el dúo se encuentra dentro del punto de mira de muchos promotores europeos, que han visto evolucionar la capacidad musical de estos jóvenes. Desde sus años mozos en la histórica ciudad de Berlín, estos adolescentes decidieron emprender su carrera dentro del mundo de la producción musical para crear música con todo tipo de instrumentos en el oscuro sótano de la casa de Felix. Aunque, no fue hasta el año 2009 cuando se introdujeron de lleno en la escena techno berlinesa. Momento en el que los club pasaron a ser el nuevo sótano de referencia.
“Después de no dejar de hablar de música tuvimos que empezar a hacer música juntos”.
Cuando estos jóvenes comenzaron a sumergirse en la escena, Kevin ni si quiera tenía la edad para poder entrar en un club legalmente, pero no fue un inconveniente para que pudieran continuar con su objetivo. Su sonido se centra en tonos de breaks mezclados con bases y bombos de techno junto a vocales y toques de acid, que nos hacen viajar a las pasadas raves de los 90, pero adaptadas a la escena actual. La escena UKbass también es parte de su mecanismo artístico, diversas influencias que han hecho de estos jóvenes una autentica bomba de relojería.
Si podemos destacar algo de FJAAK es su capacidad para realizar Lives que sumergen al público en un bucle de sonidos oscuros. Los instrumentos analógicos son el principal engranaje para su espectáculo, donde no hay cabida para los ordenadores. Sin duda, este es uno de los alicientes para visualizar a los cracks de Felix y Aaron en directo.
Cuatro días atrás, poco bastó para que el público de Aquasella Fest se diera cuenta del potencial de este dúo. Su live, emitido bajo el inicio de un rompedor sonido emanado de las propias calles de Berlín, dio a los oídos más exigentes las pistas más variopintas y crudas. Techno oscuro, salvaje y más claro que nunca. Fjaak supo hacernos bailar de principio a fin.
Podremos volver a verles más adelante, de eso no cabe duda. El dúo berlinés está empezando a llamar la atención de la escena actual española. Aunque siempre nos llega todo tarde, no podemos perder detalle de lo que rompe fuera de nuestra península.
Si otra cosa destaca de estos mercantes del sonido es su pasión por el verde – y no hablamos precisamente de colores -, ¿quizás este sea un aliciente para su música? Si algo tenemos claro es que cada vez que les vemos aparecer, vienen acompañados. Veremos que nos cuentan en el futuro estas dos promesas.
