Klangkarussell luce ante un lleno Creame Madrid

Creame Madrid, la faceta más ‘housera’ y luminosa de Nox Club Madrid, cerraba su primera etapa el pasado viernes. Y después de lo bien que lo habíamos pasado bailando con el enmascarado Claptone, no quisimos dejar pasar la oportunidad de disfrutar del dúo Klangkarussell, a quienes seguíamos la pista muy de cerca desde la publicación de su maravilloso álbum ‘Netzwerk’ allá por el verano de 2014.

Llegamos cuando sonaban las dos campanadas en el reloj, cuando tomaban la cabina el dúo de residentes formado por Alex Sosa & D Low. A Sosandlow, que están de estreno con “Cavernícolas”, se le notan años de experiencia en cabina, sabiendo bucear muy bien entre Techno y House adaptándose a lo que requiere la noche. Por desgracia nos tocó disrutar de casi toda la primera parte de su set desde la entrada, porque estuvimos esperando en la cola del ropero abrigo en mano la friolera de 40 minutos. Exasperante.

Las tres de la mañana daba el pistoletazo de salida a la sesión del dúo austriaco Klangkarussell, representado el viernes en la figura única de Tobias Rieser. Apareció en cabina con una cerveza en una mano, un cigarrilo en la otra… y una sonrisa de oreja a oreja en la cara. Llegó con ganas de divertise y divertir al público, entregado desde el primer minuto, y así fue. Arrancaba con el sensacional remix de Âme para “Turn Around” de Sailor & I una sesión en la que encontramos una primera parte con un punto algo más ‘tech’ de lo que esperábamos. Desfilaban melodías más que reconocibles por el respetable como “Hoodlum” de Traumer o “Another Earth” del también dúo Tale Of Us, junto a vocales pegadizas que días después aún resuenan en nuestra cabeza como el remix de Shadow Child para “Reverse Skydiving” de Hot Natured. Puntual a las cuatro y media de la mañana sonaban los primeros acordes de “Sonnentanz”, himno por antonomasia de Klangkarussell, planteando un punto de inflexión que todo el público disfrutó levantando las manos al unísono. Un mar de manos que inundaba la pista y quedaba bañado por los lasers verdes de la sala y los flashes blancos del propio público. Aún quedaba tiempo para bailar su fanástico remix para “Sunday” de Max Maine o el propio de Joris Voorn para “Boy Boy Boy” de Andhim, antes de un emocionante y ‘lluvioso’ cierre mezclando su “Netzwerk” (Falls Like Rain) con, si no nos equivocamos, la vocal de “I Wish It Would Rain” de The Temptations original de 1968. Grandioso.

Volvían Sosandlow a tomar el mando, y en cuanto pudieron volvieron a subir el ritmo ante la locura de su público. Con una repetitiva vocal ‘my house, my house, my house…’ demostraron que jugar en casa es una ventaja, dispuestos a terminar con las fuerzas que le quedaba a la masa que cada semana se entrega fielmente a sus mezclas. Nuevo Sold Out, una semana más, cosa que ya no es sorpresa por estos lares. Y aunque no nos quedamos al cierre, sucumbiendo al cansancio acumulado de la semana, bien sabemos que la noche terminó con un cierre épico, trasladando la Sala Maxime y todo lo que contenía en su interior veinte años atrás, recordando sonidos de 1996 en forma de “Anomaly” (Calling Your name) de Libra presents Taylor.

Un viernes más, llámese Nox Club Madrid o Creame Madrid, la Sala Maxime supone una apuesta segura en la escena nocturna de la capital. Una apuesta por un combo perfecto de buena música y buen ambiente. Volveremos, muy pronto. Como hemos dicho en otras ocasiones… cómo no hacerlo.