Maudes Festival sigue creciendo en su tercera edición

Hace unos días acudimos a la tercera edición de Maudes Festival, el mayor festival temático de Madrid, celebrada los días 30 de junio y 1 de julio en el parking de IFEMA. En torno a la experiencia de la búsqueda de The Hymn Of Myranda en dos jornadas, la primera se centraba en sonidos más potentes e industriales ―The Rave, con nombres como 999999999, Regal o SNTS― mientras que la segunda abrazaba sonidos más melódicos. Nosotros solo pudimos acudir a la segunda ―The Hymns―, que según nos comentaron congregó mucho más aforo, y aquí os contamos nuestra experiencia.

Llegamos bien entrada la tarde, justo al inicio del set ―o más bien, concierto― de Monolink, y encontramos una pista abarrotada y calentita, tanto por el set previo de Raúl Pacheco B2B Karretero como por el sol que golpeó implacable el asfalto durante la tarde. Sin duda, la de Monolink fue una de las actuaciones más especiales del día, con sus sonidos melódicos y su estilo personal incorporando instrumentos y voz fundiéndose perfectamente con el atardecer.

Le seguía el turno Chelina Manuhutu, que con su tech house habitual subió el ritmo y sirvió baile durante los noventa minutos. ¡Qué energía desprende la holandesa afincada en nuestro país! Pocas veces hemos visto a un dj en cabina bailar igual que en la pista.

En esas ya veíamos entre bambalinas a un Paul Kalkbrenner tranquilo, expectante, ataviado con una camiseta del Mundial de España 82 ―¡olé ahí!―. Salió a hacer lo suyo, pues si alguien sigue al bueno de Paul sabe que este brinda lo que se espera de él, si bien es cierto que quisimos notar en su set más mezcla que en ocasiones anteriores y alguna novedad. Repaso a sus grandes éxitos con recibimiento especial en "Sky And Sand", "Te Quiero", "Feed Your Head" o el cierre al son de "Aaron", todos ellos bien respaldados por un amplio juegos de luces, láseres ―mención especial para los de los ojos que presidían el escenario de la espectacular cabeza recuperada del pasado año― y confeti que redondeaban la experiencia de los 10.000 asistentes que abarrotaban la pista.

Por último, uno de los más queridos de esta casa. Un buen amigo dice que Joris Voorn tiene dos facetas, una más melódica y una más cañera, y sin duda en Maudes el holandés ofreció su vertiente más agresiva levantando en volandas al público en el último sprint hasta el cierre final con un remix a "With Or Without You" de U2 cuando daban las 2:30 en el reloj.

Destacar el buen funcionamiento del festival, sin especiales problemas para poder ir al baño, coger agua de las fuentes o cenar en la variada oferta de food trucks, y la cuidada ambientación del escenario principal siguiendo la temática The Hymn Of Myranda. La verdad que, pasado el frenesí del directo, lamentamos no descubrir más en detalle la zona artística.

Como principal área de mejora: el sonido. Es una lástima que en ciertos tramos no hiciera justicia a lo que estaba ocurriendo en el escenario, perdiéndose la voz de Monolink, excesivamente saturado en el tramo final de Paul Kalkbrenner (suponemos que el murete trasero de hormigón no ayudaba) o con algún problema puntual en el set de Joris Voorn; chirriando también un poco las pausas de algunos minutos entre los distintos sets. Una tarea a mejorar dentro de un festival que se afianza en cada edición, y eso que solo lleva tres hasta la fecha (aquí os recordamos el valiente primer festival postpandemia), habiendo sido capaces de duplicar el número de asistentes frente a 2022. Nosotros lo tenemos claro: ya estamos deseando disfrutar del cuarto episodio de Maudes Festival. ¿Cuál será la nueva aventura?


Fotos: Guille GS