Space of Sound cumple 32 años: house, libertad y terraceo en Chamartín

Este sábado 17 de mayo, Space of Sound tira la casa por la ventana para celebrar su 32º aniversario. Y ojo, que no hablamos de cualquier sesión: estamos ante el templo del house más longevo de Madrid, ese que lleva desde 1993 haciendo bailar a varias generaciones y rompiendo moldes en la noche de la capital.

De “imperio del torso” a pista para todos

Space nació en los 90 como refugio de libertad y diversidad en plena zona norte madrileña. Por aquel entonces, la mitad de la pista era territorio gay y la otra mitad, no tanto. Los pectorales al aire eran casi uniforme oficial. Una portavoz recuerda:

La sala se repartía en un fifty-fifty: había dos bloques separados por un invisible telón de acero. Ahora, afortunadamente, las cosas han cambiado. Hoy, el público de Space se integra en una masa feliz sin recelos ni fisuras. Hoy los extremos se han borrado y el ambiente es desenfadado y sexy.

Eso sí, la sesión mantiene su esencia combativa: aquí no hay sitio para sexismo, micromachismos ni homofobia. Y que siga así otros 32 años, por favor.

14 horas de musicón y terraceo

Para soplar las velas como se merece, Space monta un maratón de 14 horas de house y tech house en LAB the Club (la anterior y mítica Sala Macumba, para los nostálgicos). La fiesta arranca fuerte desde las 16:00 en la nueva terraza al aire libre, el mayor espacio de tardeo electrónico open air de Madrid. Aquí, Shermanology, Eli Rojas, Twiga, Nic Vesperi y Juanjo pondrán a tono el ático con ritmos frescos y buen rollo.
Cuando caiga la noche, la acción se traslada al interior con un line-up de los que hacen historia: Chelina Manuhutu, Coco & Breezy, Latmun, Raúl Pacheco y Aafraa, además de Josito Kid, María Caponne y Roger Escobar. Y, por supuesto, el roundstage 360º, la cabina giratoria marca de la casa que convierte la pista en una auténtica comunión entre DJ y público. Si nunca lo has vivido, ya tienes excusa para estrenarte.

House, diversidad y mucha historia

Space of Sound no solo es una fiesta: es historia viva del clubbing madrileño. Aquí han bailado, sudado y reído tres generaciones, contagiadas por ese espíritu hedonista y pasional que la comunidad gay aportó desde el principio y que hoy es patrimonio de todos. El house vuelve a estar de moda, pero en Space nunca dejó de ser religión.
Se esperan más de 1.500 personas listas para darlo todo. Las entradas siguen a la venta, pero visto el cartel y el ambientazo que se avecina, mejor no dormirse en los laureles. Nos vemos en la pista… o en la terraza, que el terraceo también es religión en SPS.

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