"Time Is God", primer adelanto del nuevo álbum de Ed Is Dead

Hoy más que nunca, nuestra existencia nos plantea muchos interrogantes. Convulsión, incertidumbre, caos, miedo... ¿qué hay al otro lado?  O más drásticamente, ¿quién o qué es Dios? Ed Is Dead nos trae una respuesta: el tiempo.

También hoy más que nunca, creemos en la música como vehículo para trasladar todas esas inquietudes en emociones. Hace unos días hablábamos —en el EP debut de BELLA ROYCE— de la importancia de los proyectos artísticos, y en este caso musicales, que van más allá del sonido y son capaces de conseguir algo a priori tan sencillo pero a la postre tan difícil como es hacernos pensar. Incluso, como en este caso, estremecernos. Porque en ese ámbito, el madrileño Ed Is Dead sabe moverse como pez en el agua, y en este nuevo trabajo lo demuestra con creces.

Volvamos a la pregunta incial, que bastante peso tiene: ¿quién o qué es Dios? Para Edu, esta cuestión ancestral se resuelve desde el concepto del tiempo como fuerza superior, que designa nuestra realidad hasta llevarnos a dónde estamos como individuos y sociedad. "Time is God" es el primer adelanto del que será el tercer álbum de estudio —cuarto si incluimos su trabajo junto con la pianista Ariadna Castellanos—, que ya nos deja ver unas trazas de lo que nos espera levantando mucha expectación. Un discurso serio y un trabajo soberbio, en el que reconocemos su sonido pero sin caer en el pasado; un ejercicio de vanguardia experimental —nunca fue hombre de etiquetas— que queda perfectamente apoyado por el vídeo, con el que la música se funde a la percepción.

Inquietante e impactante, así podemos definir el trabajo audiovisual de Pepo Alfaro desde OnceOnce Filmakers para este "Time Is God". Parece mentira que se haya producido durante el confinamiento, con la limitación de medios que ello conlleva. Como no podía ser de otra forma cargado de simbolismo reflejando algunas de los las principales disputas humanas actuales: el cambio climático, la religión, la sexualidad, la migración, la educación o la tecnología. El ritmo de la pieza va creciendo, ahogando, hasta estallar en una serie de imágenes de una sociedad corrupta que se aboca a su propia destrucción. Eso sí, y como bien apunta la nota: cada persona deberá encontrar sus propias respuestas tras su visionado.

Entonces, si aceptamos la premisa de que el Tiempo es Dios, no parece descabellado pensar en Ed Is Dead como su mesías. Esperaremos al álbum completo para corroborarlo.