¡Una tortilla poco cuajada y con cebolla, por favor!

Así arrancaba el primer aniversario de Tortilla en la sala Costa Social Club. Un encuentro que colgó el SOLD OUT en cuestión de minutos, tan esperado y demandado como la tortilla que prepara tu madre los domingos.

Si de algo nos percatamos es de la variedad de público que alberga este evento – una cola interminable –, un evento que ha ido conquistando al público madrileño desde sus inicios. Arte – en su sentido más amplio – y tortilla se dieron la mano hace un año para colaborar y ofrecer a los tortilleros más coquetos de Madrid una sesión que pudiera satisfacer las ganas de jaleo de los sábados por la tarde. Mientras acudíamos al encuentro tuvimos la necesidad de hacer unas preguntillas a los cabecillas de este jugoso proyecto: Depaart.

— Un año de Tortilla. ¿Qué momento ha sido el más mágico, el más tenso y el más surrealista?

El momento más mágico es muy difícil. Ha habido días muy brutos, por ejemplo: la segunda fecha con Rex The Dog coincidiendo con la final de la Champions League del Madrid, pensábamos que no iban a venir ni los camareros y al final se montó fiestón; el último concierto de Pheromone Blue, que sudamos de placer, o el all day de Depaart, que también pensábamos que iba a ser un solar y al final estuvo eso caliente, caliente. Aunque si tenemos que quedarnos con un día seguramente sea la semana pasada, fue el mayor reventón hasta la fecha y Tom es un auténtico party killer. Vamos, estamos deseando volver a verlo. Por ser políticamente correctos en una entrevista... es el puto amo. ¡Ah, joder! y me quedan dos momentos. Yo creo que el más tenso fue una fiesta en la primera temporada que coincidía con Sonar y que no vinieron ni nuestros amigos, estuvimos a punto de cerrar antes y todo. Se olía el final de la fiesta, la tragedia, el FRACASO. Pero nada, fue un mal día y ya está. También se puede comentar aquí el día que casi nos quedamos sin Tortillas. Nuestro distribuidor nos dijo que nos peinásemos, que ese día estaban desbordados y que no podían hacerlas. Por suerte nuestro chico Sergio, un auténtico macho alfa con el que mejor no meterse porque te puede dejar picueto, lo solucionó sin llegar a las manos. En cuanto al más surrealista, creo que no puedo decir nada…o bueno, sí, acabar de after con los Toms. ¡Menudos guateques que nos pegamos!

A pesar de que la tortilla era el plato fuerte del evento, quedó más que claro que el primer puesto se lo llevó la música. El dúo Deepart demostró en su casa, una vez más, la intensidad con la que acarician sus sets. Una cuidada selección de tracks que combinaba el deep-tech más melódico con el minimal más ambiental y housero, un warm up especial para su primer aniversario junto al holandés Tom Trago.

— Habéis apostado por un formato de sábado tarde, no muy habitual, al que el público ha respondido muy bien. ¿Cómo surgió la idea? ¿A qué público iba dirigido? ¿Iba de la mano del Costa Club y sus ventanales o eso llegó después?

Es una pregunta que nos han hecho muchas veces y que no tiene un origen muy claro, un poco como los libros del antiguo testamento. Lo que está documentado es que un día Guille y servidor nos sentamos en mi casa y nos pusimos un poco agitaos, unos canastos y unas cervezas para dejar la mente fluir. Estaba claro que queríamos hacer una fiesta de tarde, eso era un poco el objetivo que tenía que salir de ahí. Comenzamos a hilar tonterías del tipo "yo tengo un amigo que planta patatas ecológicas en Galicia, le podemos comprar" "¿Y si abajo hacemos un mercadillo con cosas?"... y nada, soltando gilipolleces varias al final las unes y te queda una cosa medianamente chula. Bueno, eso decimos ahora, nosotros no le dábamos un % muy alto de que triunfase. ¿A qué imbécil se le puede ocurrir hacer una fiesta que se llame Tortilla? Habría estado mejor: The Music Afternoons o Afternoon Club. Algo así muy original. El público pues... nosotros en estos años que llevamos montando parrandas siempre nos hemos dirigido a gente de nuestra edad. Así que es un poco eso, montamos fiestas a las que nosotros iríamos si fuésemos público. Es simple.

La virtualidad de Tom es, sin duda, algo nato. Este artista ha realizado proyectos que han pasado desde la producción de bandas sonoras para películas hasta espectáculos con audiovisuales y tracks destinados al clubbing. El pasado sábado 13 de abril pudimos escuchar un set totalmente adaptado a la pista de baile, sonidos houseros que desembocaban en las raíces más profundas del jazz y el soul. Influencias que han sido clave durante la carrera de Tom. Aunque no fue todo de color rosa, sus bases techneras fueron la pieza que encajaba a la perfección con la energía que necesitaba el no tan hambriento – debase a la tortilla, ¡equilicuá! – público de Tortilla.

— Lo celebráis a lo grande con Tom Trago, y en este año también hemos visto algún otro top de fuera como Rex The Dog. Pero sin duda apostáis por el talento local. ¿En qué os basáis para confeccionar vuestros carteles y qué podemos esperar para el segundo año? ¿Algún fetiche que os gustaría traer?

Nos encantaría traer a Tupac, pero nos han comentado que hasta que no revivan a Walt Disney está la cosa jodida. Luego pues hemos tanteado ya a varios artistas para la nueva temporada pero que no voy a decir porque ni me acuerdo. Si que la línea va a ser más house que otra cosa, eso seguro, y seguiremos tirando a tope del talento nacional y madrileño, que andamos sobrados. Nos encanta el equipo que hemos formado. Desde aquí lanzo un beso en los morros a SOSANDLOW o Hakk que, además de lo que aportan en la escena musical, son parte muy activa e importante de este proyecto.

Un público entregado al 100% a la celebración de este aniversario. Sin entradas en puerta, solo los más fanáticos pudieron entrar gracias a sus anticipadas previsiones de que el 13 de abril, este reconocido plato gastronómico, pasaría a la historia. A falta de campo y merenderos, el día de la Tortilla se celebró entre ventanales, piedra, arte y, por supuesto, buenos artistas.

— En cuanto al tono de comunicación es bastante, digamos, gamberro. ¿Están las cosas más o menos preparadas o dais rienda suelta a lo que se os pasa por la cabeza al momento? ¿Os habéis puesto algún límite?

No hay preparación ninguna. Es más, es todo excesivamente aleatorio y chano (chano para nosotros es un sinónimo de cutre). Pero es lo que nos gusta y creo que a la gente también: sentir que les habla una persona, no una marca. Es algo que no se buscó, se comenzó a publicar de esa forma  y empezamos a recibir comentarios como "joder como mola la comunicación no?".  Eso es un problema también: nuestro CM se encuentra ahora sumido en la misma crisis existencial que Axl Rose. Haces un disco de pm y luego todo truños. Aunque bueno, lo va salvando. Todo ok.

— ¿Cuál es la receta de éxito para una buena Tortilla gourmet?

¿Hablamos a nivel culinario? Cebolla y que esté poco cuajada. Sin esas dos cosas no puede considerarse Tortilla. O bueno, si puede considerarse, pero quién esté detrás de eso son unos hijosputa.

Y así daba por finalizado un año lleno de huevos y cebollas. Con más huevos que cebollas, eso siempre. Si de algo estamos seguros es de que los granjeros tienen que estar muy satisfechos, al igual que su público.

Creo que no pudimos elegir mejor para celebrar nuestro cumpleaños. Tom Trago es desde hoy presidente honorífico de Tortilla. Gracias también a Depaart, Sandra y a todos vosotros por esa forma tan maja de colorear nuestra fiesta y capear el calor (que prometemos que muy pronto estará solucionado) Os queremos <3 (y volvemos el día 27)

Posted by Tortilla on Wednesday, 17 April 2019