Weekend Beach 2017, Reafirmando el liderazgo
Actualmente pocos festivales gozan de tan positiva y masiva reputación como el Weekend Beach Festival de los Hermanos Toro. Un festival que a sus cortos 4 años de vida ha conseguido posicionarse entre los mejor considerados a nivel nacional e internacional con una última edición que ha recibido la asistencia de más de 130.000 personas de todas partes del globo. ¿Su secreto?, un Line-Up muy equilibrado año tras año y una organización sólida y a la altura de un público masificado. En esta crónica os contamos cual ha sido nuestra experiencia en el festival malagueño que ha elegido como enclave la ciudad costera de Torre del Mar.
Miércoles 5 de Julio:
Si ya has asistido a alguna edición anterior, o a cualquier Dreambeach Villaricos (Organizado por los mismos Hermanos Toro), sabrás que, desde el momento de la apertura, la música no cesa bajo ningún concepto. En nuestro caso, nos daban la bienvenida unos "Altrerminds (Oliver Narbona & Dani HR)" dando caña en el escenario "El faro" con un Techno muy fresco y con muchas ganas de fiesta.
Pasado el rato nos disponemos a entrar en el recinto para pillar hueco ante unos Mago de Oz que dieron la talla con más energía que nunca en el escenario "Weekend Brugal", haciéndonos brincar sin descanso hasta llegar a su tema por antonomasia "Fiesta Pagana" que puso la inauguración patas arriba a pesar de la escasez de público por ser un miércoles. Gato López en tributo a Ska-p nos mantuvieron el subidón con un SKA muy rítmico que supieron animar el cotarro y mantener la fiesta tras Mago de Oz, cosa nada fácil.
-Jueves 6 de Julio:
Fuel Fandango nos recibían con fuerzas y energía con su ya reputado show electro-flamenco. Continuando con su exitosa gira Aurora, nos dejaron con la boca abierta con más de un alucinante taconeo en solitario de una Nita que lo daba todo. Mientras, en el escenario "Weekend Brugal", Lori Meyers nos conmovían con su ya conocido y particular estilo Indie no dejando al público indiferente.
Miguel Payda fue el encargado de animar la fiesta en el escenario "Sunrise San Miguel", haciéndonos recordar con su particular Techno que en Weekend todo el mundo tiene derecho a un fiestón sea cual sea el estilo musical preferido. A eso de las 00:45 nos damos una vuelta por el recinto para recargar las pilas con algún líquido, para encontrarnos con unos Dub Inc. más vivos que nunca, destrozando tobillos a ritmo de Drum n Bass en el primer escenario "Torremar", grupo totalmente recomendables. Boikot también nos sacudió la cara haciendo honor a su nombre y recordándonos que los años no pasan para esta veinteañera banda madrileña a golpe de "Che Guevara" o "Cualkier día" (Mítica versión del grupo Punk Piperrak)
Mientras tanto Chris Liebing daba una clase de Techno oscuro e introspectivo en nuestro escenario de electrónica, demasiado apagado y grave para las horas que eran, Sepultura supo poner el listón bien alto en cuanto a grupos se refiere, con un sonido más que sólido y perforante, los brasileños destrozaron cuellos y rodillas con su Trash-Metal más que potente.
Mientras Gordomaster enseñaba lírica a ritmo de Hip-Hop de la vieja escuela, nuestros músculos estaban hipnotizados con Rebekah, una chica que tras un año de buenísimas críticas animó la fiesta en el escenario "San Miguel" con una lección magistral de Hard-Techno muy resonante a lo que pincha últimamente Nina Kraviz. Tras hora y cuarto de sesión teníamos ganadora indiscutible de la electrónica en aquel lluvioso jueves.
Sin embargo, Horacio Cruz, del que se esperaba más de la cuenta flaqueó más de una vez en una sesión con altibajos nada esperada para la hora que nos acontecía. Quizás debido a la presión de pinchar después de semejante "tralla" de la alemana, lo cierto es que las mezclas en más de un caso, hacían aguas. Horacio, te llevamos en nuestros corazones, pero ese jueves, la "liaste un poco parda".
-Viernes 7 de Julio:
¡El ansiado día había llegado! ya que no es ningún secreto que media España se movilizó aquella semana por nada más y nada menos que The Prodigy.
Tras un merecido descanso por la jornada anterior, nos permitimos el lujo de llegar al festival un poco más tarde de lo normal, ¿la razón?, Residente. Este joven puerto-riqueño hipnotizó como nadie a un ansioso público por volver a ver en un escenario el testigo de "Calle 13", y ¡vaya si dio la talla! durante una hora y 10 minutos reconquistó a un público disperso tanto con sus temas de Calle 13 como con los de su nuevo disco (En el cual surge ese cambio de nombre) provocando en más de un caso, vellos de punta, bocas abiertas y algún que otro lagrimón.
Mientras tanto Nico Morano animaba a los más "technocratas" con un inconfundible tech-house donde el ritmo no bajó durante toda la sesión. La hora se acercaba, y decidimos volar para pillar buena posición ante lo que se nos venía encima. The Prodigy estaba en la ciudad y no queríamos pararnos a comprobar si se oían o no bien desde la última fila.
Desde la intro, un agujero negro absorbió a todo el público de los demás escenarios de todo Weekend Beach dejando a algunos con poco más que "cuatro gatos" (los expertos lo llaman "el efecto The Prodigy"). Les bastó de unos pocos compases de un "Smack my Bitch Up" para conquistar a los 80.000 asistentes, toda una hazaña que lograron sin esfuerzo alguno durante todo el show.
La puesta en escena se resumía en unos Keith y Maxim dándolo todo escenario arriba escenario abajo, gritando, saltando y descolocando todo el cuerpo acompañados por todo un espectáculo de luces rítmicas que cegaban al más bizco. El tracklist sorprendió por su genialidad, rememorando los "temazos" de la banda, así como interpretando los más actuales y alguna que otra modificación que convertía temas tales como "No Good" o "Vodoo People" en canciones completamente "remixadas".
Tras un "bis" titulado "Take me to the Hospital", nos dimos cuenta de una frase que flotaba en el ambiente, "después de The Prodigy, no hay vida". Y lo pudimos apreciar observando como gran parte de la masa se despedía del festival yendo hacia la salida "como alma que lleva el diablo" y como otra buscaba asiento y agua como posesos. Pero otro gran sector de la "población festivalera" había encendido una mecha, y tenían que agotarla, por lo que el escenario sucesor de los británicos fue Sunrise San Miguel, con un Eats Everithing que haciendo honor a su nombre se comió a todo el público del festival. Con su Techno algo progresivo y muy muy marchoso, el británico supo estar a la altura de las exigencias, agotando a un kilométrico público que solo quería quemar ese "subidón" y bailar.
Anthony B sin embargo mostró una alternativa a los menos fiesteros con Reggae, acogiendo a los que preferían descansar el cuerpo y estimular los oídos con un show la mar de espectacular sonoramente y muy sorprendentes.
Los granadinos Hora Zulú, fueron los primeros en percatarse de que el volumen de gente había descendido dramáticamente tras los Punks Británicos, pese a lo que dieron todo un show, para gusto de los más distorsionados, más que sobresaliente y sin flaquezas.
Aprovechando que Seth Troxler estaba de gira por nuestras fronteras desde Sonar Barcelona 2017, decidimos dejarnos caer por la oscuridad para bailar algo y darnos cuenta de que toda la amalgama de tracks y efectos nos sonaban del festival catalán. Para los que no lo hubiesen escuchado, disfrutarían como críos, pero para nosotros nos supuso un set repetitivo y poco novedoso.
El final de la gran jornada del viernes se disputó entre los más raveros que optaron por un Cuartero que recibió el amanecer dando una magistral lección de cómo preparar un público para el after apoyándose en temas "retro" como "La la land" o "Jaguar", los roqueros de la resistencia que disfrutaron de unos Berri Txarrak muy salvajes y para nada desmotivados por la ausencia de público, dando tralla hasta el último segundo para todo aquel que quisiese romperse el cuello, permitiéndose incluso vacilar cuando al guitarrista Gorka Urbizu se le rompió una cuerda y bajo y batería amenizaron el intermedio con el "Arround the World" de Daft Punk, y unos Dimension para el público más joven que despedía a los más cercanos a la salida con un D&B muy melódico e incitante.
-Sábado 8 de Julio:
Del último día del masivo festival malagueño destacamos la apabullante actuación de Estopa, quienes hicieron ver al resto de grupos que había muchos miles de personas dándolo todo hasta el final. Con un Show algo escueto en cuanto a puesta en escena, pero muy vivo musicalmente, los fans de este dúo catalán se vieron recompensados con un espectáculo redondo.
¿Qué decir de Rosendo? ¡Que de mayor quiero ser como el! ¿Como puede un hombre de 63 años dar un espectáculo semejante y mantenerse activo y "brincante" hasta el final del show? No preguntéis, es Rosendo. Sin duda uno de los platos fuertes del sábado, que dejó un maravilloso sabor de boca para quienes no lo habían escuchado y un reafirmante gusto para los fans de la vieja escuela. En cuanto al escenario Sunrise San Miguel, donde se repartían sintes y moduladores a golpe de bombo desde el inicio de la tarde, si cabe decir que se esperaba algo más de un sábado "post-The Prodigy", que, no obstante nos deleitó con una agradable y animada jornada de techno en todas sus variantes, hasta que le llegó el turno a GonÇalo & Marc Maya quienes pusieron las cosas claras y decidieron dar un giro de tuerca a la fiesta con su más que notable Techno Underground. Pero el broche de oro se lo llevó Paco Osuna, respondiendo con una ""sesionaza"" digna del amanecer con su característico Techno Ibizenco, quemando a los bailarines más fatigados y reactivando a los raveros que buscarían inequívocamente un after.
Pues sí señor, Weekend Beach 2017 nos ha dejado muchos momentos inolvidables para lo que nos queda de año. Nosotros nos quedamos con la promesa de que el año que viene celebrará su quinto aniversario los días 4, 5, 6 y 7 de Julio de 2018 y asegura ser espectacular. Os dejamos con un video-resumen de lo que ha sido esta cuarta edición de uno de los festivales más importantes de la costa andaluza.