Cuando ves una película por tercera vez es porque es buena, y te fijas en cosas que no habías visto antes. Algunos detalles salen a la luz, lo mismo te puede pasar con un festival. Y los que dicen que "segundas terceras partes nunca fueron buenas", se equivocan de pleno con A Summer Story. El festival madrileño demuestra año tras año que crece a un ritmo vertiginoso, más que duplicando su número de asistentes inicial llegando hasta los 60.000 en este 2017. Razones tenían.
Siguiendo firme en su apuesta por artistas difíciles de ver en nuestro país —este año le tocó el debut a Kaskade, siguiendo la estela de deadmau5 y Above & Beyond—, recuperando su icónica Extreme Camp para los seguidores más hard —y respondiendo al punto anterior, con actuaciones exclusivas como la de Minus Militia—, manteniendo los recuerdos noventeros con Oro Viejo by Dj Nano y una relación cercana con algunos Djs internacionales que casi se han vuelto residentes y embajadores del festival —Armin van Buuren, Dimitri Vangelis & Wymann, Joris Voorn...—. Todo ello, con una puesta en escena sublime en manos de Fluge (brutal como sonaba el equipo Meyer, otro nivel) y un compromiso altísimo con y de su público. Juntos, ingredientes para un cóctel de éxito, un festival joven que se posiciona como uno de los referentes del país, el sueño de una noche de verano: A Summer Story.
VIERNES 23
Los españoles JP Candela, Lassana y la dupla formada por Jose de Mara & Crusy calentaron la tarde en una calurosa Ciudad del Rock de Madrid antes de la llegada del primer artista internacional de relumbrón para el Burn Stage: Shapov. Pero el ruso parecía dudar si salir al escenario, algo que aprovecharon los perlis para seguir calentando a base de bien la pista en su tiempo de descuento. Con media hora de retraso tomó los mandos el ex-Hard Rock Sofa, y, a base de sonido Axtone —por algo es uno de los protegidos del jefe— y, sobre todo, su maravilloso EP 'Four Corners' y ese cierre con "Belong" hizo que olvidásemos el desplante inicial.
Llegaban Third Party, y en sus manos uno de los mejores sets del festival. Con su álbum debut 'Hope' bajo el brazo (y alguna que otra ID), Jonnie y Harry partieron en dos Madrid en su primer paso por la capital tirando de progressive house de altura. La primera actuación —de tres— de un revolucionado Dj Nano daba paso a otro de los platos fuertes de la noche. Tchami empezó con su perfil más festivalero pero, cuando algunos parroquianos empezábamos a perder la fe, el reverendo viró hacia sonidos más rocosos y profundos del house mostrándonos el camino en descenso hacia su cielo. Adieu.
No olvidamos que el escenario principal Inside Stage el viernes estaba ocupado por el espíritu Winter, o lo que es lo mismo, el techno. Unos lúcidos Pan-Pot dejaron el listón alto a Adam Beyer, pero el sueco no es fácil de amedrentar. Y el bombo percutor tan característico de su sello Drumcode tampoco.
Entonces se paró todo. Llegaba él. Eric Prydz. Hacía una semana le habíamos visto en Sónar Festival pero aún teníamos ganas de más, ¡cómo no!. Y, tal y como hizo en Barcelona, enmarcado dentro de un elenco technófilo el rey del progressive house mostró su perfil más oscuro bajo la máscara de Cirez D (buen protagonismo tuvo también otro de sus principales estandartes, Pryda). Íbamos a comentar a unos Third Party infiltrados —y alucinados— entre el público que su set se postulaba el mejor del día, pero en ese contexto era difícil ser del todo creíble. Y si la puesta en escena en general fue magnífica, con el sueco estuvo a otro nivel —aún vibra en nuestra memoria ese "On/Off vs Higher State Of Consciousness"— hasta ese esperadísimo cierre de progresión infinita (ojalá por siempre) en forma del remix de Four Tet para "Opus". Éxtasis global.
Tras una hora vagando entre escenarios para conocer el frenéticoExtreme Camp, quedarnos un tanto fríos con el flamante pero algo lineal B2B entre Dubfire y Nicole Moudaber o ver cómo un guerrero Headhunterz coqueteaba con su inminente regreso al Hardstyle (estrepitoso tener que escuchar cómo ponía a todo volumen ¡el "Aserejé"!), nos plantamos en las cinco de la mañana. Una hora marcada en rojo en el horario.
Teníamos una cita con el mejor representante del trance español en su primera presencia en un festival de nuestro país. Fabulosa actuación de Dim3nsion, demostrando a través de producciones propias como "Origami", su última "The Energy" o las remezclas para "Saving Light" de Gareth Emery & Standerwick y para el himno del festival "Maeba" de Dj Nano qué tiene el trance que lo hace tan especial. Belleza, fuerza, pasión. Enorme Borja, gracias por transmitir tanto. Además se lució ante su padrino —la leyenda holandesa Ferry Corsten—, quien le tomaba el relevo de corrido.
Fieles a la tradición, vimos amanecer y nos despedimos de la primera jornada de A Summer Story como no podía ser de otra manera: junto a Joris Voorn. El holandés no faltó a un festival que le idolatra y necesita año tras año. Y la cosa parece recíproca; amor de bueno. Daban las siete campanadas, salía el sol sobre la Ciudad del Rock y sonaba "Ringo" (también lo hicieron otros imprescindibles de su catálogo como "Goodbye Fly" o que lo serán pronto como "I Ran The Zoo") con la gente entregada en comunión. Sólo por volver a vivir ese momento mereció la pena esperar un año. Magia, pura magia.
SÁBADO 24
Y llegó el sábado, la traca mayor. Con las energías entregadas por completo el día anterior, necesitábamos un sábado largo de descanso para proseguir con la ceremonia; nuestra máxima era cerrar A Summer Story.
El día iba de progressive, y muy bien que lo sabéis. Se empieza en la cama arrastrándote hacía el baño, comes, te empiezas a encontrar mejor, vas progresando. A las siete de la tarde las melodías más progresivas empezaban a sonar en casa, el picorcito empieza a entrar en el cuerpo y ya quieres ir a bailar, el cuerpo no te responde, bajas las revoluciones y bajas la marcha a tercera, sabes que lo importante es amanecer bailando con la familia. Con Armin o Nano.
No quiero spoilear aquí en Beatsoup, pero sí hablaré resumidamente de una parte importante y estructural de cualquier festival que se precie. El parking. Allí donde la chavalada se pone morá y hacemos el acto del parkineo. En nuestro caso; el Winter Stage nos hacía endulzar nuestras sedientas gargantas a base de bombo.
Con la caída la noche y la temperatura el bienestar era máximo, todos estos ingredientes y los amigos hacían que se nos retrasara la entrada al festival hasta Kaskade, quien tomaba el relevo a Sunnery James & Ryan Marciano. Llegamos justos en la intro, "Disarm You" era la canción elegida para el debut del americano en festivales de nuestro país. Un gran set, lleno de energía y cargado de melodías como "Last Chance" o "Atmosphere", producciones del propio Kaskade que inundaban el Inside Stage. Sin embargo, el set en mi opinión se le hizo largo y no consiguió conectar del todo con el público. Gracias por venir Kaskade y por ese gran momento tan bonito con "Something Something Champs", seguiremos disfrutando de ti en la distancia hasta que vuelvas. Do it soon.
He escuchado críticas del artista que fue a continuación de Kaskade. “Nicky Romero se ha vuelto comercial”. Esta era la cuarta vez que podía disfrutar del bueno de Nicky Romero. Una sesión festivalera divertidísima, muy bailable y con mucho hit para dejarte la voz. Señores, no vayamos a pedir drones a un manzano. Hay artistas que están en el punto de mira, a veces injustamente. Nicky empezó su sesión con su edit al "Miss Out" de Trilane & Yaro y nos envolvió con unas buenas visuales en su story. Cada Dj que viene a este festival viene a contar una historia, y ese conjunto de historias forman uno de los mejores festivales de España: A Summer Story. El holandés en una sesión que rozó el sobresaliente se atrevió incluso con el "Living On A Prayer" de Bon Jovi acabándolo con hardstyle. Uno de los momentos épicos del sábado y lo que más se salió de las melodías progressive que reventaban el escenario principal. "Could Be The One", "Harmony", "Toulose" o "Novell" eran un regalo musical a nuestros oídos y es que de manos de su creador todo suena mucho mejor. En resumen, la sesión fue lo que se esperaba, un bombardeo de temazos de marca propia y remixes de tunes conocidos por todos como "Faded" o "Runaway".
Sin premura ni descanso venía Angello, Don Steve. Estábamos dispuestos a una paliza sensorial y acústica. Por segundo año consecutivo, el sueco Steve Angello aterrizaba en A Summer Story, pero antes de tocar suelo ibérico, tuvo que hacer escala en Laponia para traernos un regalo muy especial. Nada menos que una sesión de otra galaxia. "The Bishop Is In Your Mind" como intro de una revolución religiosa nos adentraba en una sesión que rozó la perfección, la seguiría uno de sus grandes éxitos de siempre (¡para qué esperar!), "KNAS" una de esas canciones que dentro de 20 años seguirán sonando en nuestras fiestas de salón y esperamos que en sus sesiones. Como hiciera en el festival Coachella, también sonaron temas no lanzados oficialmente que formarán parte de su próximo álbum. Hubo momentos para los grandes mashup como "Sentido vs Leave The World Behind" y momentos para contener las lágrimas con canciones como "Remember" o "Rebel Nation" hasta el memorable cierre con "Feels Like Heaven". Steve Angello, show me love SIEMPRE.
Armin van Buuren era el maestro de ceremonias y le tocaba dar la talla en el cierre de festival, siendo un habitual del mismo. Grata sorpresa para propios y extraños, después de alguna que otra sesión descafeinada por festivales de nuestro país, el rey del Trance siguió reinando. Nosotros lo teníamos claro, en el momento que se fuera por otros derroteros que no fueran el Trance, nos iríamos a Oro Viejo con Dj Nano. Lo sentimos salao, te queremos mucho, pero Armin lo clavó. Veremos qué decisión tomamos en 2018.
