Después de la temporada festivalera, esa gran época del año, llega asociada la temporada aftermovie. Y es que los aftermovies, esas grandes producciones que cada día van a más, no son sólo vídeos resumen para que tú te veas dándolo todo y presumas con tus amigüitos, sino que es el mayor reclamo publicitario que tienen los festivales hoy en día (que se lo digan al efecto tumorroulan’ que se desató hará tres años…). Y siendo así, tendrán que exprimirlo a tope.
La receta existe y tiene sus ingredientes principales: un tracklist bien elegido y mezclado (que no falten los grandes hits), escogidos encuadres de exhuberantes mujeres (no falla), bonitas imágenes de detalle a cámara lenta o rápida, primeros planos de djs jaleando a la multitud y su consiguiente plano global con la gente entregada al puro desfase entre láseres y humo, agua y fuego. Se le pueden ir añadiendo extras. ¿Cómo no querer acudir al evento ante semejante declaración de intenciones?
Y aquí entrán en juego los dos grandes festivales mundiales: UMF Miami y Tomorrowland. Juzgad vosotros mismos, es muy difícil decantarse por cuál puede ser mejor viendo los vídeos (y conociendo más datos, más aún). Personalmente el montaje del aftermovie del UMF de este año me parece sencillamente sublime, un escalón por encima aportando algo nuevo a un fenómeno que comenzaba a repetirse mucho. Pero Tomorrowland sigue teniendo ese aire mágico y atmósfera de cuento que, a día de hoy, es inigualable.
¿En cuál os gustaría aparecer?