Seis meses desde los inicios de la pandemia y nuestro sector sigue bajo la incertidumbre y el desconcierto. Aún no sabemos cuándo podremos volver a bailar en nuestras salas y festivales favoritos, ni cuando podremos escuchar a nuevos y viejos artistas bajo la luz de los focos. La industria del espectáculo se muere poco a poco frente a un Gobierno que dista de involucrarse en su futuro desarrollo frente al COVID. El sector cerca de la quiebra busca que se le eche una mano de ayuda, obteniendo como respuesta una mano al cuello que lo ahogan aún más.
Desde que se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo, la industria del espectáculo y los eventos ha estado esperando una respuesta por parte del Ministerio de Cultura y Deportes, Trabajo o Hacienda que no ha llegado. Hemos visto mermado nuestro sector desde diferentes ámbitos institucionales, que no han hecho más que criminalizar y menospreciar el ocio nocturno, a pesar de estar cerrado durante meses y no darse casos de contagio dentro del mismo. El riesgo existe y es alto, como en tantos otros ámbitos, sectores y "espectáculos" (véanse los toros) donde las insuficientes medidas de seguridad no parecen suponer tal problema.
Polémicas campañas protagonizadas por el Ayuntamiento de Murcia y de Marratxi o, mismamente, por el Ministerio de Sanidad, relacionan la asistencia a festivales con el aumento de infectados en las UCI. Una recriminación injusta hacia un sector que no ha visto la luz durante meses y que –con razón– ha indignado a quienes han luchado por cumplir la normativa a rajatabla y salir adelante con su puesto de trabajo. Un elevado número de profesionales implicados que contrastan con lamentables –y puntuales– episodios como el de Les Castizos en Kokun escupiendo sobre la escena que no ayudan a limpiar la imagen de un sector proscrito.
La industria de los eventos lleva meses viviendo bajo la incertidumbre de si podrá volver a iniciar su actividad de cara al 2021. Un vacío que deja a 700.000 puestos de trabajo desamparados frente a un Gobierno que no presenta interés alguno por mantener a flote una industria encargada de hacer sentir magia y ritmo a través de la cultura. Dejan claro que para ellos, la cultura del espectáculo –un sector que representa el 3,8% del PIB español–, no es digna de ser valorada.
Ciudades como Londres, Manchester, Berlín o Nueva York iluminaron sus calles de rojo entorno a una manifestación conjunta para reivindicar y apoyar un sector devastado por la pandemia. Es el momento de nuestro país.
Hoy, jueves 17 de septiembre, comienza la movilización de nuestro sector en España. Productores, artistas, runners, técnicos de vídeo e iluminación hasta medios y promotoras se unirán bajo un paraguas rojo para pedir apoyo internacional y conseguir encauzar su actividad a través de una reglamentación específica adaptada a las circunstancias.
Desde Beatsoup nos unimos fervientemente a esta iniciativa para pedir medidas de seguridad plausibles para hacer nuestro sector fiable y viable. ¡Queremos volver a bailar segurxs!
