El pasado 12 de mayo el Real Madrid celebraba su trigésimo sexta liga recién conquistada por las calles de Madrid, incluida visita a la diosa Cibeles y a las instituciones. Llamaba la atención que esta rúa no pasase por su hogar, su feudo: el Estadio Santiago Bernabéu. La razón es sencilla: Domingueros celebraba en ese momento su edición más ambiciosa hasta la fecha en el recinto madridista, de la mano del sello UPPERGROUND de los ucranianos Artbat. Y nosotros, como buenos amantes de la electrónica —y un servidor, como madridista también— hicimos justicia a la tarde domingo celebrando por todo lo alto.
Tras dos días de calentamiento, con el Reggaeton Beach Festival White Party el viernes 10 y el Premier Remember “El Gran Partido” el sábado 11 de mayo, el domingo 12 de mayo acogió de 14.00 a 21.00 horas un evento que marcará un antes y un después en la trayectoria de Domingueros , que en estos 5 años ya había traído a artistas internacionales como Deborah De Luca, Nic Fanciulli, Erick Morillo, Dennis Cruz, Claptone o los propios Artbat y utilizado recintos como Mad Beach, Las Ventas o el Autocine. Ya avisamos en la previa que el Cuándo, el Dónde y el Quién eran tres aspectos clave y este evento contó con una producción de primer nivel en colaboración con el label internacional UPPERGROUND, contando con tecnologías avanzadas y sostenibles, más de 200 luces móviles y una pantalla de 400 metros cuadrados —que dio mucho juego—, creando un espectáculo visual único. El sonido, aunque bueno, podría mejorarse ligeramente. Todo ello para firmar un Sold Out que podía reunir —fácilmente y sin confirmación oficial— a más de 7.000 personas sobre el "césped". Este ha sido el debut, y esperamos poder disfrutar pronto de muchos eventos aún más espectaculares.
El evento comenzó con Fred Lenix B2B Another Life seguido por Miss Monique, a quien lamentamos perdernos. A las 17.00 horas dio relevo Vintage Culture —a quien siguieron los dúos Camelphat y Artbat hasta el cierre— y con ello nuestra llegada al recinto. Vuelta de reconocimiento para quedarnos embelesados mirando el imponente estadio y su nueva cubierta desde la perspectiva de los jugadores (ojo, cosa poco habitual) y al lío. Carrerita de calentamiento por la banda ,como siempre soñamos, y a darlo todo en la pista de baile.
Nota: Por ser sintéticos y no perder esa relación entre fútbol-electrónica, vamos a utilizar para rematar esta crónica el formato clásico del Diario AS.
¡Vaya día! _ VINTAGE CULTURE
Vale, no fue tan drástica la cosa, pero nos ceñimos al titular de antaño. El brasileño derrochó carisma y buen rollo —y también buena música—, pero un sonido no del todo bien ecualizado y algún juego con la mesa que nos descolocó (fade out de por medio), nos dejó con cierto sabor agridulce comparado a otras ocasiones en las que hemos podido bailarle.
El dandy _ CAMELPHAT
Seguía el turno para el dúo Camelphat, y fueron subiendo el ritmo. Mucho tiempo ha pasado ya desde los tiempos de "Cola", y en este lapso no han hecho más que crecer y crear música de gran calidad. Pronto empezaron a desfilar hitazos como el "The Sign" junto a Anyma, tirando mucho de producciones propias pero sabiendo jugar también al toque con lo mejor de otros —que bien que sonó "Pjanoo"—. Se nos hizó corto el set de los de Liverpool.
El crack _ ARTBAT
Upperground es su fiesta y lo demostraron por todo lo alto en el campo desde el inicio de su closing set, ataviados con la elástica merengue en un guiño al equipo local. 90 minutos donde supieron jugar bien sus cartas, sacando mucho más partido a la pantalla con unas visuales llamativas muy del estilo Afterlife —quizá demasiado— que elevaban la experiencia un punto más allá. Sus remixazos a "All That Matters", "Hey Boy, Hey Girl", "Friends" , "Return To Oz" —cómo no— o "We Are The People" —con el que cerraron— dieron mucho dinamismo y diversión a un set donde no faltaron multitud de temas 100% ARTBAT. No en vano son un referente actual no solo en lo que a progressive y melodic techno se refiere, si no a la escena electrónica en general. Auténticos jugones.... y si no, desmiéntemelo.