Tomando el testigo del popular Creamfields Andalucía, Dreambeach Festival presentaba su debut como una de las principales atracciones del verano festivalero patrio, volviendo a sus orígenes en la playa de Villaricos (Palomares, donde Fraga se dió tan mítico baño). 9 y 10 de agosto eran las fechas elegidas. Buena organización y un cartel de altura y bastante variado (bueno, faltaba trance). Y cómo no, había que ir a probarlo.
El día antes del comienzo del festival ya había bastante ambiente en el camping, a parte de musho caló. Objetivo: montar el campamento base con viejos amigos del mundo festivalero (ya se harán nuevos) y a empezar la fiesta, que muchas ganas había de pre-party entre los asistentes.
(Por cierto, ante la opinión de Teruel no existe, que sepáis que los turolenses saben montárselo muy bien. Y ayudan a formar un buen grupo, bastante curioso por cierto.)
El primer día de festival comenzaba con uno de los platos fuertes: el Opening Set del teutón de origen tunecino Loco Dice. La organización no es tonta, le interesaba que la gente entrara pronto y bien que lo consiguieron. Llenazo hasta la bandera en el Dreams Tent para disfrutar del tech-house del dueño de Desolat. Salimos a repostar al parking, no sin antes disfrutar un rato de Robert Dietz y del show gamberro de Les Castizos.
A la vuelta, uno de los pilares fundamentales de esta edición: la única actuación de la mítica banda The Prodigy en España. Muchísima gente alrededor del Barceló (Main) Stage con ganas de disfrutar de temazos como “Voodoo People”, “Smack My Bitch Up”, “Firestarter”, “Omen”, “Out Of Space” y una largo etcétera. Si algo tiene The Prodigy es mucha energía pese al paso de los años, miles de fervientes seguidores y una buena lista de temazos a sus espaldas. Aunque tanta multitud, calor y frenesí hizo que saliéramos de ahí antes del final.
En el San Miguel Open Air estaba a los platos Toni Varga. Un desconocido para mí hasta la fecha pero que ya no voy a perder la pista. Gran set del dj coruñes residente en El Row. De allí volvimos al Barceló donde tocaba el turno a Borgore, que sorprendió a propios y extraños con su particular dubstep. Apoteósico el momento Tetris y locura generalizada durante los 90 minutos del israelí.
Un buen rato viendo al discípulo de Sven Väth Eric Sneo mientras llegaba uno de los sets que más esperábamos: Umek. Un Dreams Tent bastante lleno se vino abajo ante la demostración del esloveno, muy activo, que no paraba de jalearnos después de cada subidón. Bravo.
Empezaban a flaquear las fuerzas y a temblar las piernas pasadas las cuatro de la mañana (y aún quedaba) cuando tomaban las riendas las guapas gemelas Nervo. Exagerado el set que nos tenían preparado, cargado de temazos (esperaba algo más light, más pop) con algunos donde dejarse la voz cantando como su “Like Home”. ‘Top 3’ del fin de semana sin duda.
Seguían unos íntimos amigos de las gemelas rubias, el sonido de Tomorrowland, Dimitri Vegas & Like Mike. Mientras amanecía continuaron con la línea (algo mainstream) que llevaba el set anterior y desataron la locura con temas propios como “Ocarina”, “MORE”, “Wakanda” (increíble el drop que tiene esta canción) y el himno de este año del popularísisisimo festival: “Chattahooche”. Como siempre, Dimitri Vegas a los platos y Like Mike al micrófono animando constantemente.
Y quedaba un último empujón. El encargado de cerrar el festival en su primer día y en su escenario más grande era Gareth Emery (en otros podías elegir entre la tralla de Chris Liebing o Fatima Hajji). Hace tiempo que el bueno de Gareth dejó el buen camino del trance y se pasó al progressive… y eso es lo que nos ofreció. Abandonamos el recinto antes del final con el único lamento de no haber escuchado *“Concrete Angel” * mientras terminaba de salir el sol sobre Villaricos.
Vuelta al camping tras un día muy largo e intenso, cansados pero contentos. A descansar lo posible (no era nada fácil meterse en una tienda a pleno sol en Almería) que al día siguiente quedaba más… y mejor.