EXIT Festival anuncia su última edición en Serbia ante presiones políticas
Nacido en los 2000 como una masiva protesta estudiantil para derrocar al gobierno de Slobodan Miloševic y convertido en un evento electrónico de referencia, el comprometido festival EXIT se enfrenta en su 25º aniversario a su último baile en Serbia.
Hace veinticinco años, EXIT Festival nació como un movimiento estudiantil por la paz y la libertad en Serbia y los Balcanes. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en uno de los festivales más importantes del mundo y en un símbolo global de unidad, cambio social positivo y empoderamiento juvenil. Pero ahora ve amenazada su existencia.
Los orígenes del festival EXIT —actualmente cuenta con uno de los mayores dance arena de Europa— se remontan a la guerra yugoslava. Concretamente, a las protestas estudiantiles contra el gobierno de Slobodan Miloševic durante el inicio de los 2000. Para su primera edición contó con dos escenarios: uno con música en vivo, debates, proyecciones y teatro; otro, con música electrónica. Con una duración de 86 días, y acogiendo hasta a 200.000 personas, desde junio hasta las elecciones generales de septiembre, su objetivo era reunir el voto de los jóvenes para hacer salir —el nombre EXIT, salida en inglés, basado en el eslogan “Exit the Decade of Madness” no es casual— del férreo control del dirigente
La música y el entretenimiento se colocaron a la vanguardia, mientras que más manifestaciones políticas abiertas llegaron más tarde a medida que se acercaba el día de las elecciones, lo que permitió que no fuese clausurado antes de tiempo y atrajese la asistencia necesaria. La música es un poderoso recipiente para la disidencia y los conciertos son una experiencia colectiva de construcción de vínculos. Dos días después de la conclusión del festival, Miloševic fue derrotado en las urnas, y obligado a dejar el poder por la masa.
Álvaro Pardo B
Porque la música electrónica SÍ es política
En adelante, el festival siguió buscando transformar la vida en Serbia, centrándose en nuevas causas como la trata de personas, los derechos LGBTQ, o la posibilidad de viajar por la zona Schengen sin visa, expresado a través del trabajo de la fundación. Pese a ello —y al igual que en otros casos como Love Parade—, con el paso del tiempo el festival se volvió más comercial y aparentemente menos contracultural... pero nunca perdió su esencia. En los últimos años, ha impulsado iniciativas como Life Stream, Green Я:Evolution o Conscious R:evolution. Justicia, amor, libertad, progreso, unidad, amor; valores íntimamente ligados a la cultura electrónica.
Por desgracia, la de este año parece que será la última edición en Serbia, coincidiendo con la celebración de su 25ª edición, sufriendo distintas presiones antidemocráticas tanto el festival como los patrocinadores que lo apoyan. Un posible último baile –entre el 10 y el 13 de julio– en la fortaleza de Petrovaradin que cuenta en su cartel con artistas como The Prodigy, Eric Prydz, Amelie Lens, Nina Kraviz, Solomun, KI/KI, Sara Landry b2b Indira Paganotto, Mau P, Dj Snake, Tiësto, Boris Brejcha e incluso los Sex Pistols.
Puedes leer el comunicado completo a continuación:
A través de la música, la creatividad y el activismo, EXIT ha conectado generaciones y naciones, ha reconstruido lazos rotos y ha tendido puentes donde otros han buscado dividir. Hemos conseguido numerosos premios europeos de festivales para nuestro país y nuestra región, además de generar cientos de millones de euros en ingresos turísticos y un reconocimiento internacional que los expertos globales consideran invaluable.
Sin embargo, desde que decidimos apoyar públicamente a los estudiantes de Serbia en su lucha por una sociedad más libre y justa, hemos sido sometidos a inmensas presiones financieras y políticas, dirigidas a arrebatarnos nuestros derechos fundamentales a la libertad de pensamiento y expresión. A pesar de haber sido completamente excluidos del financiamiento público en todos los niveles de gobierno, y de que algunos patrocinadores se hayan visto obligados a retirarse bajo presión estatal, nos negamos a ser silenciados.
Como resultado, la edición aniversario de este año será la última que se celebre en una Serbia donde la libertad de expresión es sistemáticamente reprimida.
"Esta es la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en nuestros 25 años de historia, pero creemos que la libertad no tiene precio. Con este acto, estamos defendiendo no solo a EXIT, sino el derecho fundamental a la libertad de expresión de todos los actores culturales del mundo. Y les Invitamos a todos a unirse a nosotros en esta lucha”, ha afirmado Dušan Kovačević, fundador y director del grupo del festival EXIT.
Aunque sabemos que somos bienvenidos y nos reciben con los brazos abiertos en todo el mundo, le debemos a nuestro público un último baile en la Fortaleza de Petrovaradin. Por eso, todo nuestro equipo está más decidido que nunca a hacer de esta edición la más emotiva e inolvidable hasta ahora.
EXIT 2025 se celebrará del 10 al 13 de julio en Novi Sad, cuando, junto a los estudiantes, cumpliremos 25 años de lucha por un mundo mejor. EXIT no es solo un festival, EXIT somos todos los que creemos que podemos lograr un cambio. Y del mismo modo que encendimos juntos la chispa del cambio hace un cuarto de siglo, hoy, una vez más, defendemos el derecho a vivir en libertad.
Si este es realmente el último EXIT en la fortaleza, hagamos que sea inolvidable. Logremos que sea el más fuerte de todos, un festival recordado no por su final, sino por su unidad. Por el amor. Y por la libertad.