Hace unos días, conscientes del lanzamiento del nuevo álbum de estudio de Gareth Emery ‘100 Reasons To Live’, como continuación de ‘Drive’ publicado en 2014, pasamos por el perfil de Facebook del artista británico y nos encontramos este sincero y chocante comunicado:
Un hecho extraño pero cierto: hace cosa de dos años, me sentía jodidamente miserable.
No tenía ninguna razón para serlo. Tenía razonable éxito, en un trabajo que amaba, estaba casado con una bella esposa, viviendo en una casa alucinante, no había tenido ninguna tragedia reciente en mi vida o alguna otra cosa que pueda hacer a la gente infeliz, y todavía me sentía bastante molesto.
¿Por qué? Porque un festival en el que quería tocar no me contrataba. Porque quería estar en una suite pero el promotor sólo me reservaba una habitación normal. Porque mi nuevo Lamborghini tardaría nueve meses en llegar desde la fábrica y yo lo quería en seis. Probablemente leyendo esto me odies. No te culpo. Leyéndolo yo otra vez, yo también me odio.
Sin embargo, existe una tendencia depresiva que he notado entre famosos y Djs de éxito: cómo muchos de ellos son real y jodidamente infelices. Viajan alrededor del mundo, viven una vida de ensueño que les costó décadas conseguir, y aún así están constantemente molestos porque les dieron una botella de Moet en vez de una de Cristal o porque una persona en las redes sociales dijo que su nuevo trabajo apesta. Pobres. Traed los violines.
Una larga historia. Así es como ‘100 Reasons To Live’ (100 razones para vivir) obtuvo su nombre.
Me vi convertido en un arquetipo de Dj miserable y decidí que ese no era el tipo de persona que quería ser. Me di cuenta que la felicidad y el amor de mi vida no viene del éxito de mi carrera o lo que consiguiera. De hecho, algunas de las personas más felices que conozco son, sobre el papel, algunas de las menos exitosas.
Ahora, no estoy diciendo “no ganes dinero” o “no consigas éxito”. Yo solía buscar ambas cosas. Pero he aprendido que esas cosas solas no me hacen feliz.
¿Qué me hace feliz? Muchas cosas. Amaneceres. Pasear. Tomar unas birras con mis amigos en el pub. Llevar a mi hija a su clase de música. Los domingos de relax. Atardeceres. Nadar. Apagar mi móvil, desconectar el email, salir de la rueda de hámster que son las redes sociales e interesarme en el mundo que me rodea. Cosas que había perdido la capacidad de hacer.
Resumiendo, he redescubierto lo que me hace feliz o, en otras palabras, he asumido mis ‘razones para vivir’. Y se han quedado en ‘100’ porque sonaba mejor, no por otra razón.
Por cierto, a la venta desde hoy. Mucho amor. Gaz
Dicen que el Trance es uno de los mejores géneros para exponer sentimientos, y que un álbum ha de tener un significado y contar una historia. Y este de Gareth Emery, sin duda, reúne ambas cosas. Sonido Trance vocal de radio al que nos tiene acostumbrados en un total de 14 tracks, contando con colaboraciones como Wayward Daughter, Corey Sanders, Alex Sonata, Christina Novelli, con quien ya firmó el épico “Concrete Angel”, Ben Gold o Ashley Wallbridge, formando el satírico dúo “CVNT5”.
Porque tenerlo todo… a veces no vale nada. ¿Quieres saber cuáles son las 100 razones para vivir de Gareth Emery? Descúbrelas aquí.