El pasado sábado el céntrico club Goya Social Club cumplía su primer aniversario, soplando la vela con unos invitados de excepción: Disciples. Un primer año de bastante éxito, habiendo pasado por la sala invitados como The Magician, Alex Metric o Begun.
Club underground, literalmente, situado en un sótano de la Calle Goya bajo el mismo Barrio de Salamanca, epicentro del señorío madrileño. Entramos pasadas las dos de la madrugada, cuando el local presentaba pese a sus limitadas dimensiones un aspecto bastante vacío para el fulgor que esperábamos encontrar a esas horas. Qué mala costumbre hay de entrar justo cuando empieza el reclamo principal de la noche… Y hablando del reclamo principal de la noche, lo cierto es que eran un conjunto de ellos. El trío londinense Disciples apareció en cabina cerca de las tres, casi media hora más tarde de lo previsto, tras un warm-up demasiado suave.
Desde el inicio de su set, el baile se apoderó de cada uno de los pies de los asistentes que ya abarrotaban la pista. House británico del primer al último beat, con mucha vocal, moviéndose también entre sus variantes más deep y* tech*. Muy buenas vibraciones transmitían los ingleses, alternándose ligeramente a los platos e interactuando con el público que tenían a escasos centímetros (en ocasiones, para mi gusto, hicieron excesivo caso al típico pesao de primera fila). Groove con denominación de origen UK, y es que sonaron tracks de sus compatriotas Friend Within*“The Renegade”, Jamie Jones“Percolator”* (re mi xa zo), Pete Dorling*“Palonga”* o Gorgon City*“Imagination”* (¡cómo nos gustan!) entre un largo etcétera. Y por sonar, lo que obviamente no dejaron de sonar fueron temazos propios como “Catwalk” o su himno por antonomasia: “They Don’t Know”, cantado y disfrutado al unísono por un público entregado a la causa y el Jäger en probeta, y en cierto modo bastante facilón. Buena nota para Disciples por nuestra parte, a quienes conocimos hace poco y no pensamos perder el rastro.
Pedía turno Georgeus (en su trabajo individual separado del dúo Kill The Hipsters), que presentaba nuevo EP ‘Surfin’ The Wave’, buen rollo y además un repertorio de clásicos de la música de baile para deleite de oídos nostálgicos como “Rythm Of The Night” de Corona, “The Man With Red Face” de monsieurLaurent Garnier o “Jaguar” de Dj Rolando. Curioso final de velada con “Un Rayo De Sol” (sí, uo oh oh) que culminó otra vez en “They Don’t Know” con una cabina que bien podían filmar los hermanos Marx.
Vuelta a la superficie, donde nos esperaba un chaparrón de proporciones bíblicas que no pudo borrarnos la sonrisa. En definitiva, primer aniversario de un club de pequeñas dimensiones y grandes aspiraciones empeñado en buscar artistas de calidad que no estamos acostumbrados a poder disfrutar en la capital, lo que es de agradecer. Eso sí… con las copas al doloroso precio de 12€ nos tocará ir bien hidrataditos de casa para la próxima (que la habrá).