El pasado viernes tuvimos la suerte de acudir a un evento con aires de novedad y reminiscencia a partes igual. La mítica sesión Deep volvía a Madrid, y lo hacía a su hábitat natural: la Sala Maxime. Pintaba bien la noche.
Llegamos a eso de la una de la madrugada (había listas VIP con invitación a copa hasta la una y media) y nos encontramos una cola de personas de varias generaciones (de chiquillos estrenando la mayoría de edad a cuarentones nostálgicos) que doblaba la esquina hasta casi la siguiente. Visto lo visto, mucha gente tenía ganas de (re)encontrarse con Deep. Pusimos rumbo a la Cava Baja a tomarnos una cerveza esperando también tomar una decisión, que acabó siendo entrar una hora más tarde. Pasadas las dos y media aparecimos en Maxime y nos encontramos lo que esperábamos: clubbing. Clubbing auténtico del que ya no se encuentra fácilmente. ¡Y ojo qué bien sonaba la sala! (espectacular equipo de sonido heredado de Macumba)
Ya a los platos el mayor reclamo de la noche, el LIVE de una pareja de hermanos madrileños afincados en Berlín y con nombre japonés: Kyodai. Era curioso ver la manera que tienen de pinchar, uno muy contenido y otro totalmente entregado a la causa. Set divertido, sonido deep house de calidad con largas transiciones e incluso pausas entre track y track. Mención especial para su fantástico remix de “No Eyes” de Claptone, ese guitarreo tan español de “Sound Of The Falls” y esa vocal y feeling que tanto nos gusta de su himno “Music Rises Up” ya llegando al final. Muy buena sesión en formato live del dúo, que hermanó muy bien con un público rendido al espectáculo.
