Que el techno es un lenguaje universal está en pies –que no boca– de todos, pero, ¿cuántos clubs pueden confirmar que su sonido se adapta a estos criterios? Laster lo ha hecho.
La estimulante sensación de los rojos visuales de Laster demostraron una vez más la potencia selectiva de su gusto musical. Rene Wise y Stef Mendesidis fueron dos aciertos que, indudablemente, hicieron del sábado 11 de Diciembre una noche de puro groove. Hoy os contamos cómo fue nuestro último baile del año bajo sus focos:
A las 00:30h de aquel dichoso sábado, Laster Club abría sus puertas a cientos de melómanos con ganas de groovear hasta la madrugada. Nuestros pies se situaban frente a la línea divisoria entre lo que parecía la entrada al infierno –debase a su color– y la Tierra. Una vez dentro de la sala, nos dispusimos a dejar los abrigos en el ropero. Un precio de tiempo excesivo, pero no todo puede ser de color "rojo".
Con las manos vacías y sin dudarlo un segundo, decidimos colocarnos en una de las plataformas ubicadas en los laterales para tener una visibilidad de 180º del ardiente ambiente, la sala, la fogosa iluminación led y, por supuesto, de la cabina. Era la 01:15h y nuestros pies comenzaban a moverse fervientemente al son de Gabriel D'or y Bordoy, dos artistas nacionales que no pararon de dar caña a un warm-up suave y preciso, no tan groover como el de sus predecesores, pero sí lo suficientemente potente como para caldear el ambiente de forma progresiva.
Eran las 02:00h y nos encontrabamos ansiosos por escuchar a uno de los aclamados de la noche, sobre todo porque era la primera vez que este artista asistía a uno de los clubs de la capital. El dúo español pasaba cabina a Andrew Shobeiri, más conocido como Rene Wise, que comenzaba su set de forma lineal y cruda. Techno clásico de los 90 con tempos rápidos. Un plato gourmet para exquisitos oídos finos en el que pudimos apreciar sus influencias nórdicas más puras.
Rene Wise fue un entrante ideal para el groovy techno que demandaban nuestras caderas. Mientras daba por terminado su set aparecía en cabina el "hombre de negro" con sus gafas y chaqueta de piel oscura: un dress code muy de acuerdo con lo que la palabra Techno difiere.
Stef Mendesidis iniciaba su set a las 04:00 am con un público desbocado y absorto por lo que se avecinaba bajo los focos rojos de Laster. El residente de uno de los clubs más emblemáticos de Moscow (Monasterio) nos dejó atónitos con su famosa técnica a los platos, la cual le ha caracterizado a lo largo de su carrera como artista y productor, dejando en visto que el Hardgroove ha vuelto para quedarse.
Techno profundo, de raíces oscuras. Techno de casa, del que te hace sudar entre oreja y oreja. Techno para b-a-i-l-a-r sin precedentes. Laster se corona como una cita mensual imprescindible para todo adepto del Techno en la capital.
A pesar de que el sonido de la sala no está del todo matizado, nuestros oídos quedaron satisfechos por la impecable precisión de los sets. Esperamos con anhelo que en Febrero, tras las próximas reformas de la sala, podamos apreciar de forma más clara los bombos de las cajas de ritmos que resuenan entre las paredes de Laster.
Laster en Euskera significa algo rápido, velóz... Si de algo puede estar orgullosa esta sesión es de hacer honor a su nombre. ¡Nos vemos pronto!