A mediados de agosto el festival valenciano Medusa Sunbeach Festival presentaba su segunda edición, y con ella una evolución de altura. Más días, más estilos, más artistas, más infraestructuras… en definitiva, más festival. Prueba de ello es los cerca de 70.000 asistentes que se dieron cita en las playas de Cullera junto a la desembocadura del Júcar superando con creces las expectativas iniciales, y el buen sabor de boca que se llevaron de un evento que quiere fijarse como uno de los imprescindibles de la temporada festival-estival de nuestro país. Razones tiene. Os lo contamos.
| Pre-Party |
Uno de los platos fuertes del festival estaba en su pre-party, y es que la presencia en Cullera del americano Diplo era un reclamo más que jugoso. Para ello se habilitó el escenario Hawkers, por lo que aprovechamos a echar un ojo al recinto del festival donde aún ultimaban a contrarreloj hasta el más mínimo detalle del escenario principal. El capo de Mad Decent ofreció una sesión de auténtico trap como si en los States se encontrara, pero no siendo así buena parte del público se perdió por el camino lo que fue solventado por el dj ofreciendo hits conocidos por la mayor parte del respetable. Y, cómo no, sonaron los éxitos más recientes de sus proyectos Jack Ü*“Where Are Ü Now”* y Major Lazer*“Lean On”* para jolgorio general. En resumen, trap para todos los públicos.
Seguía el turno para Eric Vesper, que ofreció una intensa sesión que mantuvo al público botando pero con una fórmula tan repetitiva como poco arriesgada, con mucha vocal mítica y drop sucediéndose sin parar. Y por lo que supimos más tarde Eric Vesper no es otro que el alias EDM del mítico residente de RockolaMiguel Serna, con el que sí disfrutamos y mucho en el área Remember. Cuando iba a dar comienzo el set de 2maniaks nos retiramos a descansar, al día siguiente Medusa Sunbeach Festival daba el verdadero pistoletazo de salida.
| Ron Barceló EDM Area |
El stage principal del festival lucía imponente, siendo el mayor construido hasta la fecha en nuestro país. Con la extensa tradición fallera y monumental de la región no esperábamos menos. Una ambientación submarina (sólo faltaba Bob Esponja) y un enorme tiburón ‘engullendo’ la cabina de Dj nos hicieron dudar si necesitaríamos snorkel durante el festival. Incluso los propios artistas internacionales se quedaban impresionados al verlo, sobre todo al caer la noche con todo el potente despliegue audiovisual que iluminaba la noche en Cullera.
Arrancaba el festival con uno de los cabezas de cartel citado a las 18:00 (sí familia, a las 18:00), reuniendo de tarde a miles de personas sobre la arena. Y recalcamos lo de arena porque bien de polvo se levantó en el recinto con el frenesí de los asistentes. Steve Aoki ofreció lo que se esperaba de él: un gran espectáculo y perfecta comunión con el público. Y es que el angelino les mantuvo botando durante la casi hora y media que duró su sesión, repitió el momento Titanic que impactó en Tomorrowland y lanzó (sin exagerar) una decena de tartas al público cuando presentaba su último “Cake Me”. Además sonaron, como era de esperar, éxitos como “Turbulence”, “Ladi Dadi” o “Pursuit Of Happiness” y más recientes de su doble recopilatorio Neon Future.
El salaoDj Nano ofreció un warm-up increíble (momentazo sonando “Opus” de Eric Prydz) al segundo mayor reclamo de la velada. Llegaba el fenómeno Tomorrowland a Medusa, llegaban los Número 2 del mundo, llegaban Dimitri Vegas & Like Mike que mostraron de lo que son capaces con temazos como “The Hum”, “Ocarina”, “Tremor” o su último “Higher Place” ante un público enloquecido. Siguió turno para el joven Julian Jordan con un set muy animado y descarado, el dúo W&W que no dejo ni un respiro entre drop y drop y R3hab, con una buena sesión que fue tocando distintos estilos durante hora y media pero de la que esperábamos un poco más. El Big Room fue la nota predominante en este escenario, donde echamos en falta algún otro estilo que sirviese de punto de inflexión.
Sandro Silva (creador del himno EDM “Epic” y que luego vimos por el backstage muy alegre) terminó actuando el sábado en vez de el viernes por problemas aéreos, seguido de Tujamo y su visión personal y reconocible del Electro y Big Room que hizo botar al respetable al son de “Who”, “Boneless” o “Booty Bounce”. Le sucedía su colaborador en el último track “Cream” y mayor reclamo del EDM nacional. Danny Avila derrochó energía desde las fauces del tiburón jaleando al público con un set de interminable tracklist en la línea que acostumbra.
La actuación del holandés Sander van Doorn fue una de las más destacadas del fin de semana, con gran variedad de géneros (del Future House al Big Room, pasando por el Progressive o el Electro) donde pudimos escuchar pelotazos propios como “Direct Dizko”, “Ori Tali Ma”, “This”, “Rage”, “Oh Amazing Bass” o su mash-up “Skyline Love Me Again”. Además tuvimos la suerte de poder charlar con él gracias a los compañeros de Wololo Sound, pronto podréis ver la entrevista en su web.
Tomó el relevo Headhunterz que comenzó con los sonidos Big Room que caracterizan su última etapa, pero se fue tornando hacia los sonidos duros de Hardstyle que le llevaron a la cima. Contundencia y diferencia en el Main de Medusa. Vicetone en cambio deslumbró con su Progressive House melódico, vocal y elegante, con un público entregado al dúo (una pareja de fans emocionadas chillaban casi más alto que los altavoces) que coreaba todas sus canciones y bailaba todos sus beats. Especialmente emotivo el cierre encadenando “Tremble” con la inolvidable vocal de “Leave The World Behind” seguido de “Let Me Feel”. Se nos hizo muy corta esa hora, pues el reajuste de horarios suprimió la media restante para recolocar la actuación del nacional Aitor Galán. Los encargados de cerrar el escenario principal con un buen jaleo y toneladas de confeti eran Space Elephants, pero esa ya es otra historia.
| Hawkers Techno Area |
El segundo escenario, patrocinado por la omnipresente marca de gafas, era el encargado de acoger los sonidos más underground del festival con una puesta en escena sencilla pero efectiva. Poca parafernalia y mucha música.
El legendario Carl Cox, compartiendo horario con Steve Aoki, congregó a miles de fieles en la arena al ya mítico son de “Oh, yes! Oh, yes (inserte ciudad aquí)!”. Tech-House muy bailable que no permitió dejar de mover las piernas durante las dos horas de sesión, con grandes temas como el nuevo “Love Siren” de Alan Fitzpatrick o “Jingo” de UMEK y “Celebrando” de Raffael de Lucas ya habituales en sus sets.
Se notaba que el valenciano Edu Imbernon jugaba en casa, buena legión de fans se arrejuntaban para bailar con la sesión magistral de una de las promesas consagradas del Techno de nuestro país. Y de lo bien que suena “On Off” de Cirez D ya no decimos nada. Si de fans hablamos, pocos tienen más que La ReinaFatima Hajji, que ofreció un set de Techno más cercano a su alias que al Hardtechno de zapatilla que acostumbra. Luego llegaba el momento de Dj Murphy vs. A. Professor, seguramente una de las duplas con más recorrido en lo que a festivales dentro de nuestro país en los últimos años se refiere, pero que allá donde va nunca decepciona a golpe de bombo.
Karretero, residente del madrileño-ibicenco Reverse Club, sirvió de calentamiento perfecto para el esperado Uner B2B Technasia. La lampiña pareja evidenció su buena química y saber hacer en cabina con un cierre perfecto para el viernes y uno de los sets más memorables del festival. Chapó.
Atardecer con Los Suruba (lo que toda la vida ha venido siendo Surubear) es una experiencia que recomendamos encarecidamente a todo el mundo. Que groove y buen rollo nos regaló el dúo cuando caía el sol sobre el recinto, impresionante. Así sí. Volvimos ya con la noche muy avanzada, cuando Matador ultimaba su popular formato live para dejar paso a otro de los platos fuertes del evento: Dubfire. El iraní destrozó el stage underground lleno hasta la bandera con un viaje musical con un Techno profundo y afilado como protagonista que se prolongó durante dos horas. Y ojalá hubieran sido muchas más.
Aún quedaba el cierre, la guinda. A los platos no podía estar otro que Paco Osuna. Buen pollo montó el dj español ante miles de asistentes más que entregados a la causa. A tope. Y no es que estuviera amaneciendo, no… es que para cuando acabó Paquito (cerca de las 8.30 cuando el festival acababa a las 8.00) ya estaba el astro rey en todo lo alto dando bien de calorcete y luz para reconocer a los personajes que te rodeaban junto a los que habías estado bailando largo rato. Exhaustos y satisfechos, entre hordas de zombies y gente con aún excesivas ganas de fiesta pusimos rumbo a la tienda de campaña.
| Remember Area |
El festival apostó por el regreso de la mítica Ruta del Bakalao, y por los artistas y discotecas que la hicieron grande años atrás. Sonido Central, Rockola, Límite, Pont Aeri o Radical se reunía bajo una carpa de aspecto circense con sus residentes como cabecillas. El suelo (único stage que no era sobre tierra) bailaba por ti bajo tus pies al son de la masa que no paraba de bailar y botar con la música makina entrando por sus oídos y abriendo el baúl de los recuerdos (sobra decir que la media de edad era más alta que en el resto de escenarios). Disfrutamos como enanos de Javi Boss y Miguel Serna donde se sucedían los himnos como “Lie To Me”, “Flying Free”, “Tonight”, “Reason” entre un largo etcétera. Teníamos especial ilusión en una actuación, el live ofrecido por La Luna que en los escasos veinte minutos que duró desplegó con energía todo su recital de clásicos (“Kisses Of Fire”, “Take Me”, “Here I Am” o “When The Morning Comes”) que nos dejaron la piel de gallina y una lagrimilla de emoción en la mejilla. Quién hubiera vivido La Ruta… ¡Y qué viva el mejor sonido Remember! Ya lo dijo Jorge Manrique: “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Vaya que sí.
| SanSan Indie Area |
Lo cierto es que este área que contaba con la colaboración del Festival SanSan no lo pisamos, estando mucho más atraídos por la oferta electrónica de las tres restantes que no nos dejaban un minuto libre. Pero a juzgar por las impresiones del público indie y la presencia bandas más que relevantes del panorama nacional como Vetusta Morla, Lori Meyers, Niños Mutantes, Arizona Baby o Delorean sabemos que la apuesta por este estilo dentro del festival fue acertada.
En cuanto al camping, llegábamos con miedo después de la mala experiencia (como refugiados casi) que una fuerte ola de calor produjo en la acampada de otro festival costero de renombre. Pero aquí el tiempo nos respetó (ni calor ni frío, y la anunciada tormenta no llegó a hacer acto de presencia) y las correctas infraestructuras y dimensiones más reducidas del camping nos hicieron sentirnos casi como en casa (aprovecho para mandar un saludo a nuestros vecinos valencianos y catalanes así como para nuestro niño-mascota Goku, vaya fenómeno el tío). Como punto negativo, remarcar el excesivo control en los accesos, donde requisaban botellas de cristal (nos parece correcto), latas (bueno…) e incluso desodorantes y botes de colonia (suficientes para acabar con la ya complicada higiene de los campistas y poder montar un Juteco). Estamos a favor de la seguridad, sí… pero siempre que sea coherente.
Agradecer el trato correcto y amable de la organización (en especial a Ibai que es quien tuvo que lidiar con nosotros) y el espacio habilitado y facilidades para la prensa (así como la barra libre, siempre a vuestra salud familia), aunque en algún momento se volviera bastante confuso y restrictivo debido al exceso de medios acreditados para el evento. Y un placer poder conocer e intercambiar impresiones con compañeros de otros medios como Wololo Sound, EDM Spain, Madrid EDM o Watts Shake entre muchos otros. En una cosa coincidimos, nos vemos en Medusa Sunbeach Festival 2016.