Najwajean ha vuelto con ganas. Como si nunca se hubiera ido. Y eso que ya habían pasado siete años desde que tuvimos noticias de ellos por última vez. El pasado 29 de Julio nos lo demostraron en su regreso sobre los escenarios, y el lugar elegido era el madrileño Teatro Circo Price en un concierto inserto dentro del programa de Veranos de la Villa.
Hace casi dos décadas que Najwajean, dúo formado por Najwa Nimri a la voz y Carlos Jean a la producción, sorprendió a propios y extraños con una mezcla de pop y electrónica como nunca se había visto en nuestras tierras. Y ahora, buscan adaptar este sonido a las corrientes más contemporáneas sin perder la esencia que les hizo triunfar. Y aunque nosotros apenas éramos unos críos por aquella época, la gran asistencia al concierto (muy cercana al SOLD OUT) y la media de edad digamos madurita (bueno, apurando la treintena) revelaba que cuentan con una legión de fans cuya pasión no se ha desvanecido con el paso de los años. Incluso vislumbramos a un par de señoras cercanas a la jubilación. No sabemos muy bien que harían allí, pero seguro que tienen una buena historia para contar a sus amigas, a sus nietos e incluso a las amigas de sus nietos.
Y sí, una buena historia es lo que vivimos. Perfectamente ambientada con un arsenal de lásers, luces estroboscópicas y un fondo de cabezas móviles que bien nos recordaba al escenario VTLZR del francés Vitalic. En definitiva, una puesta en escena que envidirían cientos de salas y festivales. Con unos minutos de retraso apareció la inconfundible silueta del gran Carlos Jean, y mientras sonaban las primeras y contundentes notas, Najwa entró y se hizo dueña del escenario (condición que no abandonó durante los cerca de 90 minutos que duró el espectáculo) jaleando al público e interactuando familiarmente con él sin descanso, y con una estética que nos recordó a la danesa MØ.
Comenzó la velada con dos buenos temas del que será su nuevo y esperado nuevo disco, “Rubbie Sunday” y “Solider Rythm”, y a la tercera llegó uno de sus buques insignia, que no es otro que la mítica sintonía de Versión Española: “Dead For You”. Una versión cañera con notas del “Personal Jesus” de Depeche Mode que Cayetana se bailaría seguro. Todo ello ante un público bastante encorsetado en sus asientos que se volvió loco cuando Najwa les dio ‘permiso’ para salir de su zona de comfort y convertir el patio de butacas en una improvisada pista de baile ante el asombro y angustia del equipo de seguridad. Y es que la cantante, con una actitud desenfadada y provocativa recordó en varios puntos a la convicta Zulema, su personaje en la televisiva serie Vis a Vis.
Siguieron repartiendo clásicos de sus álbumes ‘No Blood’ (1998) y ‘Till It Breaks’ (2008) y subiendo el nivel de decibelios hasta que hubo una pausa. Un público desconcertado quería seguir bailando, pero… llegaba el, a nuestro parecer, momento más especial de la noche. Una balada que creó un ambiente mucho más íntimo y desató muchas emociones en el respetable, que se dejó la voz cantando sílaba a sílaba. Efectivamente, había llegado el momento de recordar “Crime”.
Una vez recuperados del momento ‘piel de gallina’, los pies volvían a pedir pista cuando sonaba el adelanto de su nuevo disco conocido hasta la fecha y que sienta los puntos sobre las ies de lo que podemos esperar de Najwajean en el futuro. “Waiting”, que a nosotros nos gusta mucho familia, junto a “Cold Outside” demostraron que el nuevo lanzamiento puede tener muy buena acogida en las listas de hoy en día. Con una radical diferencia al resto, y es que al contrario de mucha de la electrónica que se ofrece diariamente cuyo único objetivo es hacer saltar sin más… la música de Najwajean contiene mensaje y emociones, atrapándote con una voz melosa fundida entre unos beats oscuros y agresivos. Y eso es de agradecer, y mucho.
El dúo puso el broche (doble) de oro a la noche rescatando del baúl de los recuerdos “Singing” y “Drive Me” (punto extra con la letra de “Is This Love” de Bob Marley) antes de atreverse con un poquito de improvisación final, con Carlos dándolo todo con todos los aparatejos e instrumentos que le rodeaban mientras Najwa se fumaba un piti desoyendo cualquier normativa. Y así acabó la noche, entre vítores. Simplemente agradecer a Najwajean que hayan vuelto (lo hacemos en nombre de cientos de personas, a lo loco), y a Actúa Comunicación las facilidades, una vez más. Nos vemos pronto… esperemos que no pasen los años y hayan vuelto para quedarse.
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