No es nada nuevo que en la historia de los vídeos de música de baile siempre se ha tendido a utilizar sonrientes y provocativas chicas ligeras de ropa en situaciones variopintas. Grabados en nuestra memoria quedan algunos de finales de los 2000s como el “Call On Me” de Eric Prydz (como me dijo un amigo una vez, muchos niños pasaron a ser hombres con ese vídeo), “Satisfaction” de Benny Benassi (cuenta la leyenda que subió la demanda de trabajo en el sector de la construcción), “Put Your Hands Up For Detroit” de Fedde Le Grand (curioso chequeo en la cadena de montaje) o “Destination Calabria” de Alex Gaudino (quién fuera trompeta…). Pero una cosa está clara, más allá del contenido sensual son tracks que han pasado a la historia de la música electrónica por su calidad.
Ahora bien, revisando vídeos de algunos de los sellos más punteros del panorama actual ejemSpinnin’ Recordsejem encontramos muy repetida entre los comentarios la dicha de ‘99% Porn, 1% Music’, entre muchas más reflexiones tan profundas como divertidas, y nada más lejos de la realidad… porque en algunos dudas si debías haberlos abierto en la pestaña de incógnito. Erotismo simplón pero efectivo. Dejando atrás recientes joyas para la vista como “Karate” de R3HAB & KSHMR o “Getting Heavy” de nuestros compatriotas Abel Ramos y David Tort (potente track), hoy usaremos como muestra y desencadenante de este artículo el último “Cream” de nuestro español Danny Avila junto a Tujamo (y aquí encaja perfecto recordar su “Booty Bounce”), basado en el clásico del mismo nombre de Federico Franchi. Un profundo argumento, con chicas desnudas bailando al son del drop echándose nata y restregándose unas con otras ante el Discóbolo de Mirón (¡qué alegoría!). E incluso en el perfil del alemán podemos encontrar la fresca versión SIN censura para ahorrar imaginación a los navegantes. Seguro que a más de uno a mitad de vídeo se le planteado una pregunta… ¿Quién ha puesto un drop en mi porno?
Y no es una crítica, que la fórmula está comprobado que funciona (los hay mucho peores con historias vacías e incomprensibles) y a nadie amarga un dulce. Es una reflexión comparativa entre el primer grupo de canciones y el segundo. ¿Serán recordadas estas? Apostaría fuerte a que no, pero sólo el tiempo lo dirá. Si la gente acude en masa a tu canal más por ver tetas y culos que por la música, quizá deberías invertir más en su calidad… o cambiar de sector cinematográfico.
Ahora os toca a vosotros familia. Queremos saber vuestra opinión al respecto de todo este asunto, tanto desde el bando masculino como femenino. Y ya puestos… ¿con qué vídeo te quedas?