El pasado sábado 19 de Julio se celebraba la vigésima edición (XX) de Monegros Desert Festival, cómo no en el desierto de mismo nombre. Una edición muy especial y que ha dado muy mucho que hablar desde el principio. Como dijo Jack El Destripador, vamos por partes…
Los monegrinos más clásicos estaban que trinaban con un cartel más escaso y menos escenarios que en anteriores ediciones, añorando actuaciones del Olimpo del Techno como Marco Carola, Richie Hawtin, Adam Beyer, Joris Voorn, Luciano, Vitalic, Ben Klock… que eran sustituidos por Skrillex o ‘tiratartas’ Aoki. También escocía la confirmación de Dj Sneak después cambiado por Dj Snake y después por ná de ná. Alto precio de las entradas desde el principio y un cumplimiento de los plazos digamos poco riguroso hicieron dudar de una organización tan contrastada como esta.
Pero las monedas tienen dos caras. El festival quiere evolucionar y mira hacia delante en busca de novedades. El cartel de este año, aunque más escaso, contaba con aristas de primerísimo nivel (tanto techno como no) y actuaciones únicas en España e incluso en Europa como Dog Blood (increíble). Lo que estaba claro es que pese a todo, iba a ser un gran festival.
Centrémonos ya en la música, centrémonos en lo que fue el festival en sí. Aunque había pesos pesados a los platos desde el principio (véase Carl Cox) decidimos entrar ya cuando el sol se había ido. No muchas aglomeraciones pero sí algún problema con la acreditación que se solucionó fácilmente. Nuestro primer objetivo estaba bien fijado en el Burn Open Air, y no era otro que Alex Ridha, más conocido como Boys Noize. He de decir que tengo especial cariño a la música personal del alemán, y en el desierto ofreció un recital sobresaliente. Homenajeó su grandísimo álbum ‘Out Of The Black’ y su último EP ‘Go Hard’ en un set donde lo que abundaron fueron los sonidos acid más rotundos. Para el cierre, fiel a otras veces, no dejó de sonar el mítico himno “Sweet Dreams” de Eurythmics. TOP.
Nos dirigimos a el bosque mágico El Row Stage donde disfrutamos del bombo americano de Maceo Plex seguido de su homónimo tunecino-alemán Loco Dice. Increíble lo bien que sonaba el sistema Funktion One de ese escenario…
Volvimos al main donde tocaba el turno a uno de los artistas más destacados de esta edición: Skrillex. Menos mal que ‘nadie’ quería al amo y señor del dubstep en el desierto porque madre mía, no cabía un alfiler. Comenzó con su intro “My Name Is Skrillex” y por ahí fueron pasando todos los temazos de su último álbum ‘Recess’ así como otros rompepistas llamados “Bangarang”, “Make It Bun Dem” o sus brutales remixes para “NRG” o “Cinema”. El momento “Wild For The Night” junto al también presente A$ap Rocky estaba cantadísimo, pero quedó un poco descafeinado. Muy buen set cargado de dubstep, brostep, electro, trap… Y cierto es que Sonny es muy bueno a los platos y sabe jugar muy bien con el público (quien viviera el cierre lo sabe) pero no terminé de entrar en la atmósfera del set, quizá por las cantidades ingentes de gentes que me rodeaban. Eso sí, sin duda la mejor performance en cuanto a luces y flashes se refiere (ojo a las frikadas que aparecían en la pantalla, rollo Flappy Bird) sumados a la nave espacial en la que aterrizó Skrillex.
Uno de los mayores puntos negativos que nos encontramos al llegar fue la cancelación de la esperada actuación de Feed Me (aunque el propio artista dice que nunca estuvo confirmado) que fue sustituido por Raul Mezcolanza. Otros contras que encontramos al llegar allí fueron algo tan significativo como el NO-regalo de la típica mochila o la cola interminable para adquirir monegrinos que por lo visto resultaron ser los del año anterior. Entretanto pusimos rumbo al parking a repostar antes de seguir con la fiesta.
Mientras mis amigos se dirigían a ver a Steve Aoki (que al parecer estaba de bote en bote) yo disfruté de uno de los sets más especiales del festival. Y es que la exclusiva actuación de Dog Blood debía mover montañas y lo cierto es que no estaba tan a reventar de gente (no entiendo como con Skrillex o Boys Noize había tanto aforo y con su dupla no). Como reza uno de los temas que sonaba: “cameras ready, prepare to flash”. Iba para nota aquello. Set muy divertido y animado, tanto para los djs como para el público, con un sonido que no consigo clasificar pero que en la dinámica general sonaba más a Boys Noize que a Skrillex (momentazo con “Starwin”). Cierre emotivo sonando “Africa” de Toto como ya hizo Skrillex en Miami, esa vez como Jack U. Y repito, increíble como sonaba ese escenario…
La mayor decepción de la noche me la llevé en la figura del Paul Ritch. Ese live que semanas atrás me enamoró tan locamente me dejo más que frío en el amanecer del desierto. Y por lo que hablé con alguien más, no fui el único. Muchas ganas de verle otra vez para salir de dudas.
Joseph Capriati es uno de los artistas que más ganas tenía de ver y la verdad es que su set estuvo lleno de un techno exquisito. Maravillosa sesión del italiano que desprendía felicidad y estaba entregado y agradecido al público. Y es que el respetable le demostró todo su cariño incluso lanzándole varias banderas tricolor. Principal protagonista en el festival de más de uno. Le seguía el techno más que contundente característico del teutón Chris Liebing y que nuestras piernas no aguantaron más allá de media hora de pie. Sentados dudamos en pasear por el escenario Bacardi (una gran pena no pisarlo en toda la noche) que vibraba al ritmo frenético del hardtechno de ‘la reina del desierto’ Fatima Hajji. Llegó el turno del special closing set de un grande de los grandes como es Ben Sims. No diré que el set me disgustará y que no entregase mis últimas fuerzas al bueno de Ben, pero en mi cabeza recordaba algo más bailable por parte del británico de lo que fue.
En resumen y más allá de polémicas (no valoro en función de otras ediciones porque no las he vivido), muy buen festival el que vivimos en Monegros y muchas ganas de repetir el año próximo y que la música electrónica sea el único y principal protagonista. ¿Sientes la llamada del desierto?
Nota: un auténtico placer disfrutarlo junto a Minu, Fer y Goyi. Próxima parada: Valencia.