Desde que conocimos la feliz noticia de que la gira Armin Only Intense llegaba a nuestro país, sabíamos que ese 20 de Septiembre en Valencia iba a ser una noche que recordaríamos para toda la vida. Ya han pasado 20 días desde la fecha (se ha hecho esperar la crónica, como todo lo bueno) y aún notamos algo muy intenso dentro de nosotros. La música se escucha, la buena música se siente. Y sentimos la piel de gallina de la emoción… y así os lo queremos transmitir.
Al lío. Después del calentamiento en la presentación de Philips, llegamos al Recinto Ferial de Valencia y nos encontramos un ambientazo increíble y una cola kilométrica en la que abundaban las camisetas personalizadas ya fuera de esta gira, de la anterior o de la selección holandesa. Una vez dentro nos sorprende el gran tamaño del recinto, mayor de lo que esperábamos visto en las fotos. Pillamos posición y a pasar el sofocante calor de la húmeda noche levantina mientras esperábamos (qué sudada).
En torno a la medianoche y con mucho murmullo e inquietud entre los asistentes, la bola blanca empezó a moverse. Y apareció en ella LA silueta. El remix de Jon Hopkins para “Midnisght” de Coldplay seguido de la maravillosa reinterpretación de Ludovico Einaudi en manos de Parker & Hanson como “Gravity” sirvieron como fantástico pistoletazo de salida para una noche perfecta y un warm-up muy acertado que se prolongaría durante una hora. Primeras actuaciones en directo en manos del hermanísimoEller van Buuren que se ganó al público con la guitarra y la preciosa voz de Fiora con “Waiting For The Night”. También sonaron “Avaritia” de nuestro idolatrado deadmau5 (sorpresa ya que tiene polémica con él) y el remix de Dash Berlin a “All Of Me” de John Legend que todo el público cantó al unísono. Era el momento.
Era el momento de que Armin van Buuren al fin se presentase ante su público, y cómo no, de manera tan emotiva como espectacular. Cuatro bailarines se acercaban a levantar la bola, ayudados en la gran pantalla por las manos del álbum. Apareció el ángel blanco al grito de “Amunt Valencia!” para locura general, mientras reaparecía Fiora al violín para tocar esos acordes tan característicos del himno… “Intense”. Qué capacidad de conectar con el público de manera tan profunda y sincera tiene el holandés, único en su especie.
De ahí en adelante cuatro (+1) horas del mejor espectáculo audiovisual que recordamos. Mucho big room en la primera parte del set, por donde comenzaron a desfilar éxitos como “D#Fat” junto a W&W, “Eiforya” junto a Rayel o “Dark Warrior” del mismo Andrew. También había hueco para sonidos más EDM como “Apocalypse” de Tom Staar & Kryder o el momentazo “Eat Sleep Rave Repeat”. Todo ello acompañado de una puesta en escena de proporciones épicas.
Grandísimas lives performances de artistas como Cindy Alma, Fiora, Laura Evans, Richard Bedford, Trevor Guthrie, Laura Jansen, el guitarrista Eller van Buuren o el batería Koen Herfst que aportaron muy mucho a la gala. El público enloqueció con la aparición de Trevor Guthrie para cantar en acústico, a modo del mayor coro que he visto jamás, “This Is What It Feels Like” que fue prolongado por su remix rompepistas de W&W. Pero el momento en directo que nosotros más esperábamos llegó después… en la deslumbrante figura de una bella joven tocando el piano. Increíble voz de Laura Jansen cantando “Sound Of The Drums” primero y “Use Somebody” después. Aún tenemos los pelos de punta.
Sonaron himnos más clásicos como “Adagio For Strings”, “Kernkraft 400” o “Insomnia” en un punto de la noche en el que Armin nos estaba conduciendo a una atmósfera mucho más trancera, donde pudimos oír “Visions” de MarLo (te-ma-zo) y la gran vocal de Christina Novelli para Gareth Emery en “Concrete Angel”. Curioso momento Disney con su remix para “Let It Go” de la BSO de Frozen y no podemos dejar de mencionar el instante más sentimental de la noche que hizo que a más de uno (me incluyo) le saltara una lagrimilla, y es que “RAMelia” y toda la historia de amor eterno que encierra detrás lo consigue fácilmente. Chapó.
Pasaban las horas y Armin tenía reservado hueco para temas que nunca nos cansaremos de escuchar como “This Light Between Us” apoyado por la imagen enorme de Christian Burns en la pantalla (mi canción preferida de Mirage), “Not Giving Up On Love” o su soberbio mash-up “Airport Shivers”. La gente se impacientaba esperando esos *smileys * enormes… “Ping Pong” estaba, literalmente, al caer. Después de menear los brazos de un lado a otro y un sit down total, se desató la locura con el drop y los globos amarillos botando arriba y abajo. Y por si era poco le siguió el bootleg trancero de Broning para el exitazo de masas “Animals”. Memorable.
Todo el equipo volvió a salir al escenario formando un pequeño minimix en el que cada uno aparecía cuando era requerido e interpretaba su papel en una obra de teatro que bien podría merecer alguna estatuilla. Mucha emoción en el que parecía el broche de oro de una noche memorable con el eslogan GAME OVER al fondo. Parecía…
Si siempre recordaremos a Armin será por ser uno de los mejores djs de la historia, y bien lo demostró en una última hora en el que desplegó toda su habilidad en cabina en un Special Vynil Classic Set que hizo que los más nostálgicos sintieran un escalofrío de arriba a abajo. Aún no podemos entender como un buen número de personas se fue cuando empezaba esta parte tan personal de la noche… Desapareció el protagonista del escenario apareciendo casi por arte de magia en el centro de la sala, más cerca del público que empezaba a rodearle y en una atmósfera oscura (sólo iluminada por una buen arsenal de lásers verdes) muy clubbing que a priori parecería imposible de conseguir en un recinto así. Comenzó un viaje de recuerdos almacenados en vinilo con “Tuvan” de su alterego Gaia y lo cerró impecablemente con “Sail”, historia viva de la música electrónica.
Se cumplió eso de “the music saves my soul, the beat saves my life, tonight the DJ saves my night”. Éxito rotundo en una noche a la que todos los apelativos que se nos ocurren pueden quedarse cortos, siendo mágica el que más se acerca a lo acontecido. Quedó demostrado que también se pueden hacer las cosas bien (muy bien) en España. Muchas gracias a la organización nacional y al equipo que acompaña la gira por todo el mundo por hacer realidad el sueño de muchas personas. Personas que, como nosotros, mantienen una sonrisa de oreja a oreja y los sentimientos a flor de piel muchos días después. El trance y su elegido, Armin van Buuren, es lo que tienen.
Familia, echad un ojo a nuestra GALERÍA DE FOTOS en nuestra página de facebook para recordar momentos muy intense, y de paso soltad algún like 😉