El pasado domingo acudimos a la última fecha de Brunch In The Park Madrid en el Parque Enrique Tierno Galván. Una temporada de éxito que reafirma como una de las mejores propuestas de la capital y el mejor remedio para olvidar el verano. Además, debemos darles las gracias por esta fecha extra (inicialmente estaban planteados solo seis domingos) y el protagonismo de una leyenda: Fatboy Slim pinchando durante tres horas.
La tarde empezaba en manos de Sylvia Opere, encargada de poner los primeros beats al brunch (propiamente dicho) en su horario más familiar. Tomaban el testigo Los Suruba imprimiendo el característico buen rollo del dúo, dejándonos perlas que no podemos olvidar como "Can't Stop" de Eagles & Butterflies poco antes de su cierre.
Daban las siete en el reloj y aparecía la silueta de Norman Cook en la cabina para el estallido general. Un fin de semana más —tal y como habíamos vivido pocos días antes con la visita de Paul Kalkbrenner—, no cabía un alma más y el cartel de Sold Out colgaba en la puerta desde días antes del evento. Había muchas ganas, la ocasión lo merecía.
Fatboy Slim comenzó su set como se esperaba, con mezclas rápidas e infinidad de temas (clásicos y más novedosos, bases y vocales) fundiéndose unos con otros sin apenas tiempo. Una locura de la que su propia figura es el máximo exponente. En este punto sólo nos quedaban dos dudas. La primera, siendo él tan vérsatil, si como era lógico su selección tomaría su versión más (tech)housera dejando de lado el big room del que presume en festivales. Y por suerte, así fue. La segunda —y precisamente sabiendo su forma de mezclar— cómo gestionaría un set tan extenso como el que tenía por delante. Si bien es cierto que el inicio y el final fueron enérgicos, cierta parte intermedia —más tediosa— contrastó demasiado con éstas llegando a dejarnos la sensación de que le sobraba tiempo. Una montaña rusa con subidas y bajadas, algunas con más criterio y otras más desafortunadas, que nos mantuvo en vilo hasta el final.
Más allá de todo eso, no cabe duda de que fue un viaje francamente divertido. Cortando y pegando, haciendo suyo al público con el arte del mash up y el collage, el mayor jolgorio quedaba reservado para himnos como "Sunset", "Right Here Right Now" —actualizado con el reivindicativo discurso de Greta Thunberg— o "Praise You". Dos décadas han pasado ya de ellos, y cada vez nos gusta más recordarlos. I have to praise you!
Como conclusión, nuestra más sincera enhorabuena a Brunch In The Park Madrid por reafirmarse una temporada más como una fiesta imprescindible en la capital, con una gran programación, valores y atención a los detalles que lo convierten en una apuesta segura. Sólo un pero... ahora nos toca esperar hasta el año que viene.